La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha convocado el concurso para la rehabilitación del edificio de Moll Vell nº 3 del Port de Palma, donde estuvo ubicada la sede de esta institución antes de ser trasladada al actual edificio de Moll Vell nº 5. De este modo, tras la rehabilitación ahora licitada, la sede de la APB quedará establecida en dos inmuebles: el actual edificio de oficinas y el futuro edificio institucional cuya rehabilitación sale ahora a concurso.
Una vez validado el modelo de negocio, se procede a convocar el concurso para la remodelación de las antiguas oficinas, teniendo en cuenta la proximidad del edificio con el centro histórico de la ciudad y la parada de autobuses turísticos.
El proyecto pretende dar una utilidad práctica al edificio y a la vez contribuir a su preservación mediante la creación de un centro de interpretación Ciudad-Puerto, además de adecuar una parte de dicha infraestructura para uso de la APB como hemeroteca, biblioteca y sala de reuniones del Consejo de Administración; junto con un nuevo restaurante, cuya explotación será objeto de concesión administrativa.
La intención del proyecto es constituir un edificio funcional que permita mantener el carácter institucional en el tercio norte del edificio y posibilite al futuro adjudicatario de la concesión explotar de forma adecuada los diferentes usos previstos. Su excepcional situación, con amplias vistas a la Catedral, Parque del Mar, La Lonja, Paseo Sagrera, Puerto (zona de pescadores) y Bahía de Palma, permite una distribución que aproveche los condicionantes de luz y vistas.
El proyecto prevé el derribo de la zona de aparcamiento y la valla existente, así como todo el interior del edificio, a excepción de la escalera principal con su lucernario y la fachada actual. Cabe observar que el edificio existente forma parte de la memoria del lugar, desde un punto de vista histórico, así como patrimonial. Se trata de una construcción historicista realizada en la primera mitad del siglo pasado y construida en piedra. Así, del edificio se conservarán y restaurarán las fachadas, incorporándolas y adaptándolas a la nueva edificación. La reforma de la fachada Sur generará unos huecos más grandes y un espacio de relación con el paseo de la escollera, que harán posible un estiramiento de la ciudad hacia el mar.