El TSJB ha condenado al Ajuntament de Ciutadella a indemnizar con 308.000 euros a una mujer que sufrió graves daños tras ser arrollada por un caballo en las fiestas de Sant Joan de 2011. El tribunal entiende que existe una responsabilidad directa de la administración por cómo estaba ese año organizada la fiesta, de manera que no se adoptaron medidas suficientes para prevenir el accidente.
La mujer asistía junto a su marido el 25 de junio de 2011 al final de las ‘corregudes a sa plaça' cuando uno de los caballos se desbocó y se llevó por delante a la mujer. Le provocó graves lesiones medulares de manera que ha quedado incapacitada de forma parcial para llevar a cabo sus ocupaciones habituales.
El seguro que representaba al consistorio rechazaba que la cobertura abarcara este accidente. Un juzgado de Primera Instancia le había dado la razón. Esa resolución consideraba que la mujer y su pareja no eran meros espectadores del festejo sino intervinientes. Aplicaba una sentencia del Supremo en un caso en el que los heridos habían sido los participantes en una fiesta taurina en la que se lidiban vaquillas sueltas. El TSJB no comparte ese criterio. Sostiene que eran simples espectadores y añade: «Las lesiones tampoco fueron causadas por ninguna persona participante en la fiesta sino por un caballo».
La resolución del TSJB recuerda que no ha habido ninguna prueba en el proceso de que el caballo se desbocara «por la impericia o por alguna provocación del jinete ni por cualquiera otra extralimitación de algún participante en la fiesta, por ejemplo, que hubiera pinchado al caballo». De esta forma, entiende que detrás del accidente existió una falta de previsión del Ajuntament y que, de ella, se deriva una responsabilidad patrimonial. De hecho, en los últimos años, se ha modificado el desarrollo de este festejo dentro de la fiesta y se han reforzado en gran medida los dispositivos de seguridad en Sant Joan. En especial el cambio se produjo tres años después de este incidente cuando, en 2014 falleció una mujer de 66 años. En esa ocasión, el caballo chocó con un joven en plena carrera y cayó encima de la víctima. Ese incidente provocó la dimisión del entonces alcalde de Ciutadella y varios cambios en las fiestas para incrementar la seguridad de los espectadores.