No había demasiado ambiente pro Soraya el pasado fin de semana cuando la sufrida tropa popular balear debatía en sus cenáculos de estío si debían acudir al acto de este martes en el Molí des Comte en favor de la expresidenta.
Se comentaba que Mariano tiró la toalla como presidente del Gobierno enrabietado con Santamaría. Resulta que le había encargado a 'Miss Dossier' que utilizase todas sus artimañas (y tenía muchas cuando era, hasta hace poco, jefa de los servicios secretos) para que volase en mil pedazos la moción de censura contra él que encabezaban Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y los soberanistas catalanes y vascos. «Soraya lo arreglará. Tiene recursos de sobra para hacerlo», comentaba Mariano, mientras aceleró todo lo que pudo el día de la moción para que un acertado mandoblazo de Santamaría acabase con esta 'revuelta'. Mariano confiaba en que Soraya haría estallar algún petardo interno en el PSOE que produjese el levantamiento de los califatos socialistas del Sur contra la moción de censura.
Pero Mariano se quedó de piedra. Al contrario de sus desaforados ataques contra Cataluña de meses atrás, esta vez Soraya no movió ni un dedo. Dejó a su tótem Mariano más solo que a Cagancho en Cartagena. Y Pablo Iglesias, rabioso por el 'misterioso' dossier de su chalet de Moratalaz incluida la foto del tesorero de Podemos avalando la operación financiera, se comportó como un tigre de Bengala y entregó todo el poder a Pedro Sánchez 'sin condiciones'. ¿Y quién puso histérico a Iglesias con un sabroso dossier-chalet-con-piscina? Resultado:Rajoy estaba acabado.
En el PP Balear estos navajazos madrileños se seguían con interesado distanciamiento, sin que nadie se pusiese nervioso. El regionalismo hegemónico de Company apostaba por Feijoo. Pero hete aquí que el presidente gallego tuvo una pesadilla de castillo de Drákula. Soñó un dossier de Frankestein traficando con cabezas de ajo y renunció a presentarse a la presidencia del partido. Listo como él solo, Feijoo intuyó que le estaban metiendo la traca debajo de la cama, justo al lado del orinal, y decidió quedarse quieto. Chico listo este gallego. En Palma arrugaron la nariz. No les gustaba nada como se desarrollaban los acontecimientos. En esto, Soraya anunció que venía a Palma y pidió que le montasen un Rock&Roll interno en pleno Molí des Comte. Y Company, caballero, cumplidor y distante, envió un e-mail a la militancia anunciando este acto de Soraya. Sería una cosita fría, sin entusiasmo, con el único objetivo de quedar bien con ella. Y punto.
No se esperaba mucha gente para este martes, ni demasiada alegría. Pero desde el lunes comenzaron a cambiar las tornas. Sin que se sepa quién ha sido, lo cierta es que corrió como la pólvora por todas las sendas y vericuetos peperos de la isla el rumor de que José Ramón Bauzá da su apoyo incondicional a Pablo Casado. Se llegó a comentar que Casado le ha dicho a Bauzá: «en esta primera fase de la campaña no cuento contigo en línea de batalla porque sé que tienes mala prensa en tu tierra. Pero en la segunda fase cuento contigo». La amistad de Casado y Bauzá proviene de los cenáculos del pijerío madrileño del estilo de los Floridablanca y demás gente guapa próxima a José María Aznar.
Al saberse que Bauzá está con Casado, estalló en Mallorca la movilización pro Soraya. «Aquí se votará en clave anti Bauzá, comentaba este martes un regionalista». Y Soraya, sorprendida, vio este martes como se le presentaban 250 seguidores en el Molí des Comte. La sede del partido colocó 200 sillas, que fueron insuficientes. Bauzá hizo acto de presencia, pero se mantuvo en un discreto tercer término. «Éste pájaro disimula. Tiene bien escondida en la bocamanga la carta Casado», afirmaban no pocos regionalistas, seguros de que «el próximo día 4, cuando venga Pablo Casado, José Ramón sacará la cresta y se apuntará públicamente al caballo que cree ganador. «Pero en Balears Casado y Bauzá se llevarán una sorpresa», se comentaba en el PP, en los aledaño s del Molí des Comte.
Y así, Miss Dossier ha visto cómo en Balears le salían apoyos como setas cuando hasta hace unos pocos días tenia un apoyo mínimo. Los demás candidatos parece que no cuentan en el Archipiélago .Este sábado viene Margallo. Pero ya se sabe derrotado de antemano (comentan en el PP). Ha pedido un local de «como máximo cuarenta personas». No quiere quedar en ridículo en pleno y caluroso 30 de junio. Le han reservado Can Eduardo, ideal para cuarenta figurantes y para su definitiva cuarentena política.
El día 3 viene Cospedal. La exmiss Albacete quiere pelea con Soraya. Ambas exministras y abogadas del Estado, se tienen un odio que raya en la envida cochina. Cospedal Ha pedido un local como el de Miss Dossier, para no ser menos. Se la llevarán otra vez al Molí des Comte. Y el día 4 llega Pablo Casado. El Ave Fénix de la jet-set capitalina. La gente de Company aún no ha tomado la decisión de a dónde se lo van a llevar a hacer el mitín. Pero lo que les preocupa no es Casado, sino evitar que Bauzá intenta marcarse el tanto. Existe la convicción de que esta vez el farmacéutico sí movilizará a sus incondicionales. Bauzá persigue la victoria de Casado para salvarse él. Por eso tantos regionalistas se están haciendo de Soraya y este martes aplaudieron el anuncio de Miss Dossier de que está «a favor del bilingüismo integrador». Hasta Comapny, que aún llora a Feijoo, aplaudió satisfecho. Todo vale, incluso tragar sapo crudo y vivo, para frenar a Bauzá.