El barco 'Aquarius' de la ONG SOS Méditerránee pasó este sábado frente a Mallorca en su séptimo día de navegación tras el rescate de 630 inmigrantes en el mar, que serán desembarcados en España tras la negativa de Italia y Malta.
La embarcación, con 106 inmigrantes a bordo, y las otras dos de la Marina italiana que la escoltan y que se reparten el resto de los 360 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo navegan con un mar «finalmente» en calma, indicó el cooperante Alessandro Porro.
En la mañana del sábado se ubicaban al norte de la mayor de las Islas Baleares y una nave militar española les ha dado «la bienvenida» a aguas de España, el país que acogerá a los inmigrantes náufragos después de que ni Italia ni Malta les ofrecieran un puerto seguro. La ONG ha referido en las últimas horas que muchas de estas personas han sufrido mareos y la enfermedad del mar por las altas olas y el mal tiempo, lo que hizo a la nave desviarse y bordear la isla italiana de Sicilia para refugiarse.
El barco se dirige hacia Valencia y en su travesía ha pasado por Sicilia y Cerdeña, islas de Italia, y por Córcega, de Francia, sin tener asignado en ellas un puerto. Porro explicó que los inmigrantes, cada vez que avistan una costa, preguntan: «¿Esta es nuestra tierra?».
En la jornada del viernes salió el sol y, según explicaron los equipos de Médicos Sin Fronteras a bordo del 'Aquarius', la situación mejoró, los adultos conversaban tranquilamente en la cubierta y los 10 niños se entretenían jugando. En los últimos días se les ha visto a través de las redes sociales incluso bailar, algo que Porro consideró «normal».
«La vida a bordo que hemos mostrado es la que hemos visto en los últimos dos años. Cierto, ahora todo es desesperado, sin final, pero al menos ahora Europa sabe lo que ocurre en la frontera mediterránea», opinó. La llegada al puerto de Valencia está prevista para la mañana del domingo.
MSF confirma que no hay "pacientes críticos" abordo
El presidente de Médicos Sin Fronteras en España, David Noguera, ha confirmado este sábado que no hay «ningún paciente crítico» entre los 629 migrantes que viajan a bordo del Aquarius y de las dos embarcaciones italianas, que se prevé que lleguen al Puerto de Valencia sobre las 12.00 horas de este domingo, y que llegarán en condiciones «correctas» a pesar de que ha sido un viaje «muy largo y en unas condiciones que no ayudan».
Sin embargo, ha insistido en que dentro del buque viajan personas de colectivos especialmente vulnerables como son niños y mujeres embarazadas y personas que han sufrido quemaduras incluso de segundo grado por la mezcla de agua y combustible. Por ello, ha recalcado que es fundamental» traerlos a un puerto «seguro» para que «sean acogidos y tratados de una forma digna y todos sus derechos sean respetados» y ha destacado que se ha conseguido mantener a las familias juntas y a todos los niños también para darles «un entorno lo más seguro posible».
«Un precedente muy peligroso»
Noguera ha considerado que una vez lleguen a Valencia, Médicos Sin Fronteras tendrá que examinar esta experiencia y ver «qué ha ido bien y qué no tanto» porque «sienta un precedente muy peligroso», lo que les «obligará a repensar las operaciones de rescate». Noguera ha subrayado que los rescates «deben continuar» y ahora su barco ha perdido ocho días para traer a los migrantes a Valencia en lugar de seguir con las operaciones de rescate.
En ese sentido, ha instado a las autoridades europeas a «replantearse este modelo» porque es «inaceptable» que después de cuatro años se siga «con este sufrimiento y mortalidad en el Mediterráneo que se ha convertido en el corredor migratorio más mortífero». Por ello, ha confiado que la notoriedad que ha alcanzado el Aquarius sea «un punto de inflexión» y que las autoridades «ejerzan su responsabilidad de una vez y encuentren una solución más humana y solidaria».
Respecto al hecho de que solo un 10% de los diputados hayan estado presentes en la Eurocámara en este debate, ha señalado que le preocupa «más la dejación de responsabilidades» de los Gobiernos en esta tragedia humanitaria. «Espero que sea un punto de inflexión y que se encuentre una solución legal pero más humanitaria a esta tragedia», ha manifestado Noguera.
Baleares acogerá 36 migrantes y tardarán alrededor de cuatro semanas en llegar.