El pleno del Consell de Mallorca de este jueves ha aprobado inicialmente la modificación del contrato con la empresa concesionaria Tirme para «cerrar la última puerta a la importación de residuos de fuera de Baleares», con los votos a favor del equipo de gobierno y las abstenciones de PP, Ciudadanos y El PI.
La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, se ha mostrado «muy satisfecha» por esta aprobación «que impide que Mallorca vuelva a ser el basurero de Europa».
De esta manera se eliminan todos los apartados aparecidos en el contrato referentes a la importación de residuos y se elimina la posibilidad futura de nuevas operaciones.
Esta aprobación se da dos días después de que el Parlament derogara el artículo 19 de la ley 13/2012 de medidas urgentes para la activación económica en materia de industria y energía, nuevas tecnologías, residuos, aguas, otras actividades y medidas tributarias; que daba cobertura legal a la importación de residuos.
Espeja ha recordado que «la quema de estos residuos generó más de 12.000 toneladas de cenizas» que fueron depositadas en el actual depósito de seguridad, «disminuyendo, obviamente, su vida útil y por tanto avanzando su ampliación».
Por otra parte, con esta modificación de contrato con Tirme también se incorpora la inversión del proyecto aprobado en el pleno de mayo sobre la ampliación del depósito de seguridad de cenizas.
Fue en 2012, cuando el Govern de José Ramón Bauzá promovió la importación de residuos a Mallorca al suponer una «medida de activación económica» que permitirá obtener «ingresos extra al sistema», tal como dijo en distintas ocasiones el entonces conseller de Medio Ambiente, Biel Company.
La modificación en el Parlament tuvo lugar este martes en el marco de la Ley Ómnibus -llamada 'Ley Escoba' por la oposición- de racionalización y simplificación del ordenamiento legal y reglamentario de Baleares. Esta ley también incluye la polémica 'enmienda Matutes', a la disposición transitoria 14 de la Ley de Urbanismo, que limita el aprovechamiento y uso en unos terrenos propiedad de la familia Matutes en Sant Josep de la Talaia.