Ante el descontrol y la falta de alimentos saludables que se venden en los colegios y en los centros sanitarios, la Conselleria de Salut ha decidido tomar cartas en el asunto. El exceso de bollería, los alimentos muy calóricos y los dulces son habituales en los centros educativos.
La Direcció General de Salut Pública i Participació está terminando de elaborar el decreto por el cual se regularán determinados aspectos relacionados con la alimentación saludable basada en la dieta mediterránea con la intención de que se aplique en los centros sanitarios y educativos de las Islas.
Así lo explica la directora general de Salut Pública, Maria Ramos, recordando que se ha hecho una consulta previa a la elaboración del proyecto de Decret d'Alimentació Saludable, y ahora se está trabajando en su elaboración definitiva.
«Nuestro objetivo es que la normativa esté aprobada antes de fin de año», insiste Ramos, quien cree que ya se podría aplicar al cien por cien durante el próximo curso escolar.
Con esta norma se pretende regular la oferta alimentaria de las máquinas expendedoras, de las cantinas y quioscos de los centros educativos y dependencias administrativas sanitarias, así como los alimentos que se ofrecen en los comedores escolares y los comedores de los hospitales y centros sanitarios, de manera que el contenido energético entre dentro de los parámetros de una alimentación saludable.
Concienciación
«Lo que pretendemos es concienciar a la ciudadanía de la necesidad de favorecer una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea, con menos bollería y dulces», apunta Ramos.
Más que prohibir los alimentos azucarados y poco saludables, la apuesta de la Conselleria de Salut pasa por favorecer que la población pueda adoptar nuevos hábitos alimentarios, dejando el estilo de vida occidental (cereales refinados, grasas animales, azúcares, carnes procesadas) y consuma más frutas, verduras y legumbres.
Según la estudio ‘Prevalença de l'obesitat infantil i juvenil a les Illes Balears', hecho público a finales de mayo, uno de cada cuatro alumnos de las Islas tiene exceso de peso y uno de cada diez es obeso.
Entre los alumnos con obesidad que participaron en el estudio, el 43,5 % tiene a un padre con sobrepeso u obesidad, y llega al 54,8 % en el caso de las madres.
Con todos estos datos en la mano, la Direcció General de Salut Pública, cree que es muy importante el poder contar «cuanto antes» con el decreto y así evitar que el porcentaje de personas con exceso de peso aumente. «Hay que potenciar otros hábitos saludables como hacer deporte», siempre adecuado a la edad de la persona y a su estado general de salud, añade Ramos.