Hacienda ingresó el año pasado 336,4 millones de euros en Baleares procedentes de la lucha contra el fraude fiscal y de las campañas de prevención puestas en marcha por la Delegación Especial de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Estos datos suponen una mejora del 4 % con respecto a los registrados en 2016, pero representan un espectacular aumento de casi un 65 % si se comparan con las cifras de 2011, según fuentes de la AEAT.
En este plan de inspección se pretende minimizar el fraude y lograr que los ciudadanos y las empresas paguen impuestos con arreglo a la ley. El año pasado destacó especialmente el plan especial contra la economía sumergida y la lucha contra el fraude fiscal sofisticado. Asimismo, las actuaciones también se centraron en la comprobación de rentas no declaradas derivadas del alquiler turístico, el control de devoluciones tributarias y en las actividades económicas relacionadas con la hostelería, ocio nocturno y comercios al por menor.
La AEAT, dentro de esta estrategia, duplicó en 2017 el número de visitas realizadas respecto del ejercicio precedente, sumando más de 600 a inmuebles, locales de negocio y en la verificación de arrendamientos vacacionales, así como en el control de obligaciones de limitación de pago en efectivo y de actividades con mayor riesgo fiscal en el marco del Impuesto sobre el Valor Añadido por posible ocultación de ingresos.
Un aspecto que destaca Hacienda sobre el balance de control fiscal de 2017, es el creciente número de denuncias recibidas sobre alquileres vacacionales no declarados, que se incrementó un 30 % respecto a 2016.