Los atascos han motivado que muchos ciudadanos desistan de entrar con el coche en el centro de Palma y lo dejen estacionado en los párkings disuasorios. De este modo, los aparcamientos que se encuentran fuera de la corona d'Avingudes (Santa Pagesa, Marquès de la Sènia, Manacor y sa Riera) han ganado un 40 % de usuarios entre 2015 y 2017. «Las cifras nos demuestran que la rotación en los aparcamientos disuasorios está subiendo de forma exponencial», señala el gerente de la Societat Municipal d'Aparcaments i Projectes (SMAP), Pedro Manera. En este punto, destaca «la importancia de potenciar estos estacionamientos porque cada coche que aparca ahí es uno menos circulando por el centro de Palma, y esto es muy importante».
Algunos usuarios de estos aparcamientos disuasorios van al centro en autobús, otros en bici y otros caminando, pero Cort asegura que no tiene medios para conocer la opción elegida por las personas que dejan sus vehículos en los párkings disuasorios. Tampoco es posible saber el nivel de ocupación de estos estacionamientos.
Uno de los párkings que más ha crecido es el de la calle Manacor, más de un 90 % en los dos últimos años. Además de la necesidad de evitar los atascos, el gerente de la SMAP señala que también han influido en este aumento de vehículos en los párkings disuasorios varias iniciativas que han puesto en marcha. Una de ellas son los paneles que indican en tiempo real la ocupación que tienen los aparcamientos. «Estos paneles han permitido redistribuir el tráfico por Palma y trasladarlo hacia otros estacionamientos más desconocidos, pero igual de prácticos y muy cerca del centro», declara.
Otra de las medidas que también han ayudado son los folletos que cada verano se reparten a través de los rent a car a los turistas. En ellos, se ofrece información detallada de los estacionamientos disuasorios y las diferentes opciones que tienen para enlazar con los principales puntos turísticos de Ciutat.
Este aumento de vehículos se ha traducido en mayores ingresos para la SMAP. En 2017 se recaudaron 578.615 euros en total, un 83,75 % más que en 2015; el aumento en el de la calle Manacor fue del 150,45 %.