Las toneladas de trastos recogidas en Palma se han incrementado más de un 100 % desde el año 2013; en 2017 se recogieron 7.471 toneladas. La presidenta de Emaya, Neus Truyol, atribuye este crecimiento a la mejora de la situación económica, que ha permitido que los palmesanos consuman más y vuelvan a cambiar los muebles. Además, precisa que el alquiler turístico también ha influido, ya que muchos propietarios han reformado sus pisos para poder alquilarlos a turistas.
Coincidiendo con el inicio del aumento de los voluminosos, Emaya decidió poner en marcha un nuevo sistema de recogida; exactamente el 1 de diciembre de 2015. Sin embargo, la eliminación del servicio de recogida de trastos a domicilio y el hecho de que los palmesanos tengan que sacarlos a la calle el día que les toque -salvo que puedan acreditar incapacidad física- no termina de convencer a los ciudadanos y no funcionar al 100 %. Una prueba de ello es que es frecuente ver trastos en las calles de Palma, aunque es cierto que últimamente las imágenes no son tan escandalosas. Sin embargo, la defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, sigue recibiendo quejas de los residentes por el nuevo sistema de recogida de voluminosos y está preparando una recomendación para la empresa municipal.
Pese a ello, la dirección de Emaya no tiene previsto realizar cambios de calado, más allá de reforzar las campañas de información y concienciación ciudadana. Además, pondrá en marcha iniciativas para fomentar su reutilización. En este sentido, desde la empresa municipal argumentan que el sistema es similar al que se aplica en las principales ciudades y destacan que en ninguna se realiza la recogida a domicilio.