El Consell quiere aumentar los niveles de reciclaje de los envases y para ello prepara un nuevo método de recogida para que los ciudadanos depositen las botellas y las latas de refrescos en máquinas que darán vales de dinero a cambio de estos envases. La intención es que estas máquinas se instalen en los supermercados, pero eso se decidirá una vez aprobado el nuevo plan director de residuos, algo inminente. Por cada botella o lata devuelta, los ciudadanos recibirán entre cinco y diez céntimos.
La consellera de Medi Ambient del Consell, Sandra Espeja, asegura que el sistema está pensado para que empiece a implantarse a partir del año que viene, una vez que se construyan las instalaciones necesarias para llevar a cabo este cambio de planteamiento. El plan director incluye la construcción de una planta de limpieza de envases de vidrio y otra de recuento de envases.
Como siempre se ha hecho
La consellera de Medi Ambient explica que este novedoso sistema de recogida de residuos supone, en realidad, una vuelta al método tradicional: el ciudadano pagaba por el envase de cristal y recibía la devolución de este pago con el retorno del envase. El sistema funciona con éxito en otras ciudades españolas y en Alemania se ha conseguido que el 98 por ciento de los envases que se incluyen en este proceso son reutilizados; en Croacia el sistema funciona hace dos años con éxito, mientras que en Baleares, el porcentaje de envases que se reciclan llega tan solo al 17 por ciento. Las directivas europeas establecen que, en dos años, la cifra debería alcanzar el 50 por ciento.
Quien contamina, paga
«Es el cumplimiento estricto de la norma que establece que quien contamina, paga, porque quien no devuelva estos envases pagará por ellos y no recuperará el dinero», señala Espeja.
El nuevo plan de residuos también establece la prohibición de distribuir bolsas de plástico y bloquea la posibilidad de importar residuos del extranjero. El plan establece la obligatoriedad de recoger por separado la fracción orgánica y la intención es que en Palma se pueda poner en marcha este mismo año.
Ello obliga, a su vez, a ampliar las infraestructuras de tratamiento de este tipo de residuos, ya que las instalaciones actuales son insuficientes. La ampliación de los centros de compostaje también se incluyen en la planificación que aprobará el Consell de Mallorca.