El director general del Ib-Salut, Juli Fuster, ha asegurado este jueves que si algún sanitario justifica su abandono de un puesto de trabajo en la sanidad pública balear en que «se le exige el catalán, simplemente está mintiendo».
«Que haya fuga de médicos, lo niego rotundamente», ha subrayado el máximo responsable del Servicio de Salud de Baleares, que ha manifestado que «hay movimientos, como los ha habido siempre», pero no se pueden achacar a la regulación de los conocimientos de catalán en la sanidad pública porque no hay restricciones de acceso o permanencia ligadas al conocimiento de esa lengua.
«Ahora mismo no se pide ni para estar en la bolsa de trabajo ni para presentarse a unas oposiciones», ha argumentado Fuster.
El decreto del catalán en la sanidad que aprobó el Govern balear no impide la contratación ni la concurrencia a oposiciones de médicos, enfermeros y otros profesionales del sector que desconozcan la lengua cooficial, pero sí limita los traslados y el cobro de complementos de carrera profesionales de los que no tengan un título de catalán dos años después de su incorporación.
Fuster ha hecho hincapié en que la movilidad geográfica también era una constante en la sanidad balear antes de la implantación del decreto de catalán.