La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha expresado que van a «derribar» los dos edificios de Son Dureta para construir «un centro sociosanitario de referencia a nivel de Baleares y a nivel de España» y ha asegurado que se trata de un proyecto «ambicioso y emblemático» con un elevado «valor emocional» para toda la ciudadanía.
La presidenta, acompañada por la consellera de Salud, Patricia Gómez, ha anunciado en rueda de prensa que este jueves ha salido a licitación, por unos 4,1 millones de euros, el concurso de ideas para seleccionar el proyecto arquitectónico del nuevo complejo, que estará formado por dos edificios (A y B) y que supone una inversión total de 120 millones de euros.
Asimismo, el nuevo centro ofrecerá 542 camas hospitalarias en habitaciones especialmente diseñadas para garantizar el bienestar de los pacientes durante estancias que podrán ir desde 30 días hasta los tres meses; y durante las cuales recibirán tratamientos y cuidados dirigidos especialmente a la estabilización de la enfermedad, la rehabilitación y la recuperación de la autonomía personal.
La presidenta ha valorado que el plan funcional de los dos edificios de uso sanitario que tendrá Son Dureta «se ha elaborado de manera participada y pensando en la planificación de las necesidades del futuro». Por su parte, Gómez ha destacado el hecho de que los usuarios «podrán ingresar desde Atención Primaria, hospitales de agudos o residencias y se evitará así tener que pasar por los servicios de urgencias».
Además, han anunciado que se licitará de manera inminente la obra para derribar el bloque materno-infantil y el de consultas externas, donde se ubicará un nuevo edificio.
En relación a las dos nuevas construcciones, el edificio A albergará un total de 300 camas, ocupará una superficie de 33.000 metros cuadrados y supondrá un coste estimado de 50 millones de euros. Además, la unidad de hospitalización contará con una sala para pacientes y familiares.
Asimismo, se destinarán 120 camas a la unidad de convalecencia y subagudos, 60 camas a la unidad de ingreso directo desde atención primaria para pacientes crónicos avanzados, 30 camas de unidad de rehabilitación de ortogeriatria, 30 camas de unidad de neurorrehabilitación, 30 camas de curas paliativas y 30 camas de da unidad de respiratorios crónicos.
Además, el edificio albergará un hospital de día; la unidad de demencia con trastorno de conducta, para pacientes con demencia asociada a patologías como el Parkinson o la enfermedad de Huntington, que necesiten ingreso por control de la enfermedad; la Fundación Banco de Sangre y Tejidos; un espacio destinado a las asociaciones y otros servicios.
En cuanto al edificio B, que supondrá una reducción del impacto visual, tendrá una superficie de 35.000 metros cuadrados y un coste estimado de 55 millones de euros. Albergará un centro de cuidados especiales de larga estancia para personas con enfermedades crónicas y dependencia elevada que necesiten ingresar para recibir cuidados complejos continuados que no puedan ser proporcionados en el domicilio.
Esta construcción contará con 242 camas con dimensiones y comodidades adecuadas para los pacientes y familiares, de acuerdo con la estancia media, que oscila entre dos y tres meses. Las unidades de hospitalización serán de habitaciones dobles con uso individual y baño adaptado, cada unidad contará con una sala común para pacientes y familiares.
Por otro lado, se ha destacado que al lado de este nuevo edificio se dispondrá de dos plantas soterradas de aparcamiento gratuito con unas 560 plazas, así como un pasillo de zona verde que conectará directamente con el bosque de Bellver desde la calle Andrea Doria.
Por último, Armengol ha expresado que «las personas se ponen en el centro de todas las políticas y, en este caso, son los usuarios de la sanidad pública».