Tras una inversión de 14 millones de euros y convertida en una de las salas de juego más modernas de Europa, el Casino Teatro Balear está listo para abrir sus puertas y dar trabajo a 180 personas.
Tras cuatro años de espera por unas diferencias con el Ayuntamiento en la interpretación de la normativa, una sentencia judicial que se espera inminente podría permitir la apertura del negocio, que cuenta con lo último en tecnología y seguridad. El propietario y alma del proyecto es Rafael López, un veterano y prestigioso empresario madrileño que llegó a dirigir un imperio de 26 salas de juego y más de 1.500 trabajadores, que finalmente vendió a Cirsa, la empresa más potente del sector. Hace unos años, Rafael decidió cambiar el ritmo frenético de la capital y jubilarse, a su manera, en Mallorca.
A sus 82 años, y tras una dilatada carrera profesional en la que también fue vicepresidente del Atlético de Madrid, el Casino Teatro Balear es ahora su gran ilusión: «Lo más importante de este proyecto, y lo digo con el corazón en la mano, es que voy a dar trabajo a 180 personas, la mayoría de ellas jóvenes. Y digo muy alto que los contratos que haré serán fijos indefinidos, para todos ellos. Eso, a estas alturas de mi vida, es lo que realmente me llena», explica el empresario de Ultima Hora, que abrió las puertas del negocio ya completamente acabado por primera vez. Y para muestra un botón: en la sala de descanso de crupiers y camareros hay una máquina de café, que el dueño ha ordenado cambiar porque va a monedas, y no quiere que sus trabajadores tengan que pagar.
El casino está ubicado en la céntrica plaza palmesana del Comtat de Rosselló, en el antiguo edificio del conocido Teatro Balear, que después -en la década de los setenta- fue bautizado como el Bingo Balear. La entrada del casino, de hecho, mantiene esa esencia de sus años dorados. Ya en el interior, la obra ha sido imponente. Hay seis mesas de ruleta americana, cuatro de black jack, dos de póker caribeño, cinco de póker Texas y Omaha, una ruleta electrónica, una gran sala de torneos, dos cafeterías y un lujoso restaurante.
El aforo máximo de la sala es de 600 personas. El local también cuenta con una cámara acorazada, con puertas blindadas y paredes imponentes, y un sistema interno de cámaras y de seguridad de última generación. «En Palma no había nada así, y aunque la inversión ha sido muy fuerte, ha valido la pena. Es un casino muy elegante y exclusivo», cuenta Rafael López.
La decoración ha sido cuidada al milímetro y hay repartidos por las estancias cuadros rompedores, adquiridos en el Port d'Andratx. Otro aspecto que ilusiona al empresario es que el nuevo casino revitalizará la zona: «Los comerciantes están encantados con el proyecto, porque es muy positivo para la zona del Olivar. Llegaron a recoger firmas de apoyo para que pudiéramos abrir». Los directores de la sala serán Julio Márquez y Fernando Poo, que cuentan con amplia experiencia en el sector: «Es un casino que tiene lo último en todo, es realmente espectacular».
Durante la larga espera hasta su apertura, 120 jóvenes han ido recibiendo formación en la academia del casino. En total, más de 3.000 horas de clases prácticas y teóricas con los mejores profesionales, para refrescar los conocimientos de juego. Cuatro años después, el Casino Teatro Balear quiere pronunciar la vieja frase: «Hagan juego, señores».
Los comerciantes esperan «ansiosos» la apertura
En la zona de l'Olivar, junto al mercado del mismo nombre, la inmensa mayoría de comerciantes cree que la apertura del casino les beneficiará porque el flujo de clientes se incrementará. «Dará vida a la zona», contó un empresario de la restauración. La fachada exterior del casino es lo único que queda para restaurar, pero podría estar lista en un tiempo récord. En cuanto se confirme la apertura.