Un total de 106.000 personas de Baleares viven solas. Supone un 23 por ciento de los hogares totales que hay en las Islas y es una cifra que está ligeramente por debajo de la media nacional. La explicación se encuentra en que la soledad en los hogares es un fenómeno relacionado con el envejecimiento y Baleares es una comunidad relativamente joven si se compara con Castilla y León o Asturias, donde en el 30 por ciento de los hogares viven personas solas.
Las cifras de solitarios son muy elevadas y se mantienen desde hace años, con una bajada inapreciable con respecto a 2016. Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a un matiz importante porque de esas 106.000 personas que viven solas, un total de 69.000 tiene menos de 65 años. Es decir, la soledad vinculada a la vejez afecta casi a cuatro de cada diez personas que viven solas en las Islas.
Los datos facilitados este jueves por el INE indican que el modelo más habitual de hogar en las Islas es el formado por dos personas, ya sean una pareja ya sea una madre o un padre con un hijo, ya sea dos amigos que comparten piso. Un 31,1 por ciento de los hogares está formado por solo dos personas. Hay un 20,8 por ciento de los hogares donde viven tres personas y en un 17,4 por ciento de las viviendas de Baleares viven cuatro personas. Solo hay un 7 por ciento de los hogares en los que vivan más de cinco personas.
Las cifras del INE son significativas porque sirven para dar cuenta de los profundos cambios sociales que han vivido los hogares de las Islas. Hay 42.600 hogares monoparentales, con un padre o una madre, y existen 102.300 hogares donde viven parejas son hijos.
También es relevante el dato referido a los hogares formados por un núcleo familiar en el que vive una o más personas que no forman parte de ese núcleo: son 20.200 hogares. Hay otros 10.500 donde viven más de un núcleo familiar y apenas hay 11.200 hogares compartidos por personas que no tienen nada que ver, es decir, que comparten piso.