El presidente de PIMEM, Jordi Mora, ha pedido a la Autoridad Portuaria de Baleares que elabore un plan «adecuado a la sostenibilidad del territorio y que no dañe la actividad económica» para que las llegadas de cruceros sean «más escalonadas» algo que «reduciría el impacto medioambiental».
Tras la manifestación ecologista celebrada ayer en la estación marítima de Palma, donde unas 150 personas protestaron contra la llegada del mayor buque de crucero del mundo, Mora ha defendido la importancia de los cruceros para la economía balear, ha informado PIMEM en un comunicado.
«El turismo de los cruceros supone una actividad económica importante para todos los sectores de las Islas Baleares pero también deben intentar no dañar la sostenibilidad de nuestro medio ambiente», ha dicho Mora, quien considera que «turismo y sostenibilidad pueden ir de la mano».
Según el presidente de PIMEM, la actividad que genera este tipo de turistas «fomenta» el crecimiento de las empresas de Baleares y «redistribuye riqueza» en el territorio, ya que si bien los barcos atracan en Palma, la Part Forana es también una de las beneficiadas gracias por la «multitud de actividades y excursiones» que realizan los cruceristas.
Mora ha advertido de que la manifestación del domingo es también un llamamiento al control y sostenibilidad de Mallorca. Ha recordado que, según el Cercle d'Economia de Mallorca, en los últimos 15 años la población de Baleares se ha multiplicado, provocando una sobrepoblación que se ve incrementada en los meses de mayor afluencia turística.
El presidente de PIMEM se ha sumado a la petición de Pimeco a la Autoridad Portuaria de que los cruceros lleguen de forma escalonada porque «reduciría el impacto medioambiental» y también «calmaría» a una población que exige un cambio en el modelo turístico.
Mora ha señalado que si bien no apoya la protesta del domingo, sí respalda «la defensa del medio ambiente de las Islas Baleares».