ARCA denuncia que las fachadas del centro histórico se están llenando de plásticos en letreros, rótulos y todo tipo de carteles, incumpliendo la normativa, y exige a Cort que ordene su retirada. «Palma está perdiendo su esencia y se está despersonalizando», lamenta la portavoz de ARCA, Àngels Fermoselle. En este sentido, explica que el centro histórico de Palma es Bien de Interés Cultural (BIC) y en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aparece una normativa específica que prohibe los plásticos en las fachadas de los edificios. «Parece que el Consistorio desconoce su propia normativa porque no la hace cumplir», recrimina Fermoselle. Además, lamenta que han denunciado estos incumplimientos en numerosas ocasiones, tanto en la Gerència d'Urbanisme como en el registro, pero el Ajuntament no actúa.
ARCA deja claro que no están en contra del comercio. No obstante, precisa que «las fachadas de los comercios no son soportes publicitarios y es lo que parecen algunos». En este punto, precisa que «la fachada del comercio es una parte del edificio y conforma una unidad que debe ser una unidad estética. Se pierde personalidad con cada plástico que quiere llamar la atención con colores estridentes o que rompen la estética de la fachada». ARCA está muy preocupada por esta problemática y denuncia que «cada vez hay más personas que se sienten extrañas en su propia tierra».
Fermoselle argumenta que los comerciantes son los principales interesados en cuidar el paisaje urbano, ya que «es un activo económico. Volverlo chabacano, cutre y querer destacar es vulgarizarlo y está destinado al fracaso».
ARCA sostiene que los comercios que incumplen la normativa están haciendo competencia desleal al resto de comerciantes y advierte que la impunidad anima a incumplir la normativa. «El no actuar de una manera inmediata favorece la indisciplina».