Con puntualidad, a las 19.00 horas, y un tiempo meteorológico envidiable comenzó la procesión del Crist de la Sang este Jueves Santo en Palma, el acto solemne que congrega la fe y devoción de más personas en la Semana Santa de Mallorca.
Un gran número de ciudadanos aguardaron la salida de la imagen de la plaza del Hospital, donde emprendió un largo periplo por las calles del centro de Palma hasta culminar en la Seu de Mallorca bien entrada la madrugada.
A diferencia de la edición anterior, los pasos de todas las cofradías de Ciutat esperaron reunidos frente a la plaza del Hospital el turno para empezar su estación de penitencia, que se dirigió a las calles Oms y Sant Miquel, discurrió por la plaza Mayor, plaza Marqués del Palmer, Colom y Cort, y enfila la calle Palau Reial hasta la plaza de la Seu, concluyendo en el interior del templo.
Tamborers de la sala, la Policía montada y los penitents lliures abrieron la marcha en medio de un respetuoso silencio y algún aplauso espontáneo. Uno de los momentos culminantes de la noche fue la aparición del Crist de la Sang, imagen que da nombre a la procesión al ser una de las más veneradas de la ciudad, que salió de la plaza del Hospital a poco después de la medianoche.
Más de 4.000 penitentes recorrieron las calles de Palma en una larga noche que terminó pasadas las dos de la madrugada en la Catedral de Mallorca.
La devoción a la imagen del Crist de la Sang cuenta con una importante tradición entre los palmesanos. Preside desde el año 1564 la procesión del Jueves Santo en Ciutat, tratándose de una de las más veneradas de Mallorca.