La procesión de la Verge Dolorosa, que recorre las calles del centro de Palma entre la parroquia de Sant Nicolau y la iglesia de la Anunciació, que custodia el Crist de La Sant, trascurrió este martes en un ambiente de religiosidad y solidaridad a lo largo de todo su recorrido, en el que participaron representantes de las 33 cofradías de Palma.
A las 20.00 horas se celebró la misa en la iglesia de Sant Nicolau, en la que tuvo lugar la bendición de de los ocho nuevos caballeros y damas cofrades de la Verge Dolorosa. En el transcurso de la misa, así como en el exterior de la iglesia, unos 70 monaguillos de la Cofradía de la Verge Dolorosa vendieron confits solidarios, cuya recaudación se destinará, un año más, íntegramente a obra social.
Finalizada la misa, el paso de la Cofradía de Jesús de la Humildad encabezó la procesión, cerrándola la Cofradia de la Verge Dolorosa. Más de 800 cofrades acompañaron a La Dolorosa, la segunda imagen más antigua de Ciutat, con 108 años de historia.
Los cofrades de la Verge Dolorosa llevaron durante todo el recorrido de la procesión un crespón negro en memoria del expresidente Miquel Reynes.
Cerca de la medianoche, la Dolorosa llegó a la iglesia de La Sang, donde fue recibida con una salve de bienvenida. La imagen permanecerá en La Sang hasta este jueves, cuando acompañará al Crist en su Davallament y en la procesión del Jueves Santo.