El Consell de Govern ha autorizado al Servicio de Salud de las Islas Baleares (Ib-Salut) un desembolso de 4,1 millones de euros para poner en marcha el concurso de ideas de selección del proyecto arquitectónico del nuevo complejo sociosanitario del recinto de Son Dureta.
La consellera de Salud, Patricia Gómez, ha explicado tras la reunión del Consell de Govern que el viejo hospital se transformará en un espacio para pacientes con enfermedades crónicas y albergará además de un centro de salud y un servicio de urgencias de atención primaria.
El valor estimado de la licitación para la redacción del proyecto asciende a 4.185.972 euros: 75.000 euros en concepto de premios y 4.110.972 euros en honorarios para redactar los proyectos correspondientes.
La reforma de Son Dureta se ejecutará durante más de una legislatura y el coste estimado es de 120 millones de euros.
La remodelación del recinto hospitalario de Son Dureta se enmarca dentro del Plan Estratégico de Atención a la Cronicidad del Govern balear.
El objetivo no es otro que mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas y las personas mayores en situación de dependencia, unos colectivos que aumentan como consecuencia del envejecimiento de la población.
Actualmente, un 15,3 % de los ciudadanos tienen más de 65 años y en el año 2029 esta proporción se incrementará hasta el 22 %.
Para mejorar la atención, el Plan Estratégico de Atención a la Cronicidad ha previsto un cambio en los circuitos asistenciales, así como una importante inversión en recursos humanos, formación e infraestructuras.
Además, el Consell de Govern ha autorizado hoy al Servicio de Salud a contratar el suministro de cuatro lotes de tiras reactivas destinadas a las personas de Baleares con diabetes por un valor de 13,7 millones de euros.
Las tiras reactivas constituyen un método muy eficaz para conocer los desequilibrios y las descompensaciones agudas que pueden sufrir las personas con diabetes y que necesitan tratamiento con insulina.
En las Islas Baleares hay cerca de 65.000 pacientes diagnosticados de diabetes, aunque esta cifra podría llegar hasta los 120.000 enfermos teniendo en cuenta que la mitad de los casos no están diagnosticados.