El Ministerio de Medio Ambiente comunicó este jueves al Govern que la posible ampliación del parque de Cabrera deberá consensuarse con los pescadores de la península que faenan en la zona, especialmente con los procedentes de la zona de Carboneras (Almería), y no solo con los de Baleares, con quienes ya existe acuerdo.
El conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, se reunió en Madrid con la secretaria de Estado de Medio Ambiente del Ministerio, Marta García, quien alabó el consenso conseguido en Baleares, pero precisó que este consenso debe ampliarse al sector peninsular afectado. Según informo el conseller al término de la reunión, la secretaria de Estado les informó de que había solicitado un nuevo informe al Instituto Español de Oceanografía (IEO) que especifique la afectación a la pesca de palangre en vista de que los documentos con los que cuenta ahora tienen problemas «de congruencia» con los datos del Ministerio.
Esos problemas de congruencia a los que se refirió la secretaria de Estado responden a la existencia de dos informes contradictorios sobre las consecuencias que tendrá la ampliación del parque en el sector pesquero que faena en las aguas que ahora se quieren proteger. Hay un informe del Instituto Oceanográfico que dice que las consecuencias serán inapreciables, pero a él se ha incorporado otro de la Secretaría General de Pesca del Ministerio que dice todo lo contrario: que la prohibición de pescar en estas aguas tendrá consecuencias económicas muy negativas para la flota pesquera andaluza.
El secretario de la cofradía de pescadores de Carboneras (Almería), Simón Pérez, se mostró satisfecho con la decisión del Ministerio de solicitar más informes y aseguró que sería «una barbaridad» fijar más restricciones a la pesca de las que ya hay en estos momentos. «Entre los cupos de pesca de la Unión Europea y las prohibiciones en áreas del Mediterráneo, nos están condenando a pedir limosna», dijo. Lamentó que el Govern balear intente ampliar la zona en la que estará prohibido pescar y que se busque poner «rayas» en el mar. «Prefieren que nuestras aguas las disfruten los alemanes a que podamos trabajar los pescadores», añadió Pérez.
Los pescadores de Carboneras y de otras zonas peninsulares faenan en la zona de Cabrera que ahora se quiere proteger. Pescan básicamente pez espada con palangre y están totalmente en contra de que la ampliación del parque implique la prohibición de la pesca.