Vecinos de la Seu dicen sentirse «encerrados» en su propio barrio por la actitud inflexible del Ajuntament de Palma en cuanto a las entradas en coche de sus familiares o amigos en la zona Acire (Área de Circulación Restringida). «Nos tienen acorralados, encerrados y parece que quieren hacernos la vida imposible», lamenta Marta, una de las afectadas. No son pocos los vecinos que opinan que el trato ha ido a peor a raíz del enfrentamiento con el Consistorio por prohibirles aparcar en la calle Mirador, mientras los taxistas siguen estacionando. Y más concretamente desde que un auto del Juzgado Contencioso Administrativo número 3 requería hace un año a Cort para que cumpliese la prohibición de que los taxis aparquen en esta zona, con apercibimiento de imponerle multas coercitivas o de dar cuenta a la jurisdicción penal.
«La semana pasada mi padre paró frente a mi portal y tocó el portero automático para que yo bajara y no había pasado ni medio minuto cuando aparecieron tres policías en bicicleta que, con no muy buenos modos, le dijeron que no podía ni parar», explica Teresa, quien considera que «estamos llegando a unos extremos insostenibles». Cuenta que «tampoco dejaron pasar a mis tíos el 24 de diciembre, cuando vinieron a cenar, y tuvieron que dejar el coche cerca de Gesa». Esta vecina concluye que «creo que hay cierta consigna de tenernos un poco más controlados, lo he comentado con otros vecinos y opinan igual. Tenemos Acire desde hace años pero esto nunca había pasado».
Los residentes no están en contra del Acire, porque reconocen que «un control en el acceso al barrio es necesario», pero piden a Cort más flexibilidad. Marta relata que el pasado viernes volvía del teatro por la noche con su hermano y «le pedí que me dejara en el portal porque mi calle, Can Anglada, es muy oscura por la noche y me da miedo entrar sola; cuando tocamos al interfono se lo explicamos a la persona que nos atendió y no quiso dejarle entrar, me dijo que volviera en taxi o que llegase antes a casa. Al final le abrió pero con muy malas formas, me pareció surrealista y voy a presentar una denuncia».