Los vecinos del Arenal llevan años reclamando al consistorio de Llucmajor la instalación de cámaras de videovigilancia en varias calles «muy conflictivas», por ser «puntos de venta de drogas» o «tramos utilizados por determinadas mafias para asaltar a turistas». Sostienen que en los últimos tiempos la criminalidad se ha extendido a otras calles y que las cámaras tendrían una importante función disuasoria y evitarían muchos casos de delincuencia.
El presidente de la Associació de Vecinos Amics de l'Arenal, David Servera, explica que históricamente la petición siempre se les ha rechazado porque «decían que el índice de delincuencia era bajo» o que dichas cámaras sólo estaban permitidas para el control de tráfico. «El compromiso que hemos conseguido ahora por parte de la Delegación del Gobierno es que este asunto se llevará a la Comisión Local de Seguridad. Las estadísticas que tenemos de denuncias son engañosas. En primer lugar, porque se camuflan los robos como hurtos. También hay que tener en cuenta que las personas asaltadas no pueden denunciar los hechos ante la Guardia Civil porque desde hace meses la oficina está cerrada», apunta.
Concretamente, señalan que los puntos más conflictivos se encuentran en la plaza Reina María Cristina, «por venta de drogas»; pero también en la calle San Cristóbal, donde «a partir de las 3 de la mañana es cuando más incidencias hay por robos, sobre todo, a turistas». Asimismo también apuntan la Avenida de Europa o Miramar.
Desde la citada asociación subrayan que desde hace años existe un problema de seguridad ciudadana. «El Arenal es una zona muy insegura» y, además, «no hay suficientes efectivos». Servera comparte que «el consistorio es partidario de aumentar la plantilla de la Policía Local, más que de instalar cámaras».