La aparición en un reality en el que demostraba un alto tren de vida le ha costado a una empresaria la pensión compensatoria. Su exmarido acreditó ante el Juzgado de Familia de Palma y la Audiencia Provincial la capacidad económica que tenía con la aparición que hizo la empresaria en El jefe infiltrado, un programa de La Sexta en la que el dueño de una empresa se disfraza para camuflarse entre sus empleados.
La pareja se había divorciado hace diez años. Entonces firmaron un convenio regulador que establecía que el marido tenía que pagar una pensión a su cónyuge para compensar la pérdida de nivel de vida de ésta. Dos años después, la mujer recibió una herencia millonaria. Sin embargo, seguía teniendo derecho a cobrar la pensión.
El marido dejó de pagar de forma unilateral. No lo hizo durante varios años y la mujer le reclamó en el juzgado cerca de 50.000 euros. El Juzgado de Primera Instancia accedió a la petición. La defensa del exmarido argumentaba que la nueva situación económica de la empresaria hacía innecesaria la pensión y que ésta constituía un «enriquecimiento injusto».
La Audiencia desestima la petición porque recuerda que existe un procedimiento para modificar las medidas de un divorcio en caso de que cambien las circunstancias económicas y señala que ha existido una actitud pasiva por parte del marido.
En paralelo, sí se inició ese proceso ante el Juzgado de Familia para cambiar el convenio de divorcio. Este procedimiento sí ha terminado en un acuerdo entre las partes y liquida de forma definitiva la obligación por parte del marido de compensar a su expareja. En la demanda se aportaba como prueba la grabación del programa para demostrar que se trataba de una persona con ingresos más que elevados.