Las discrepancias de posturas sobre las terrazas de la calle Fábrica, Blanquerna y Platja de Palma imposibilitaron que este jueves se produjese un acuerdo en la reunión que se celebró sobre la futura ordenanza de ocupación de la vía pública. Por primera vez, el Pacte reunió a la Asociación de Restauración, le Federació d'Associacions de Veïns, ARCA y la oposición en la misma mesa.
Todas las partes reconocieron que en el resto de temas hubo un acercamiento importante de posturas y no tendrán problemas en llegar a un acuerdo. Volverán a reunirse en marzo y el alcalde Antoni Noguera insistió en que su intención es aprobarla en el pleno de finales de marzo.
A día de hoy el principal escollo es la calle Fábrica. Los restauradores expusieron que aplicar la propuesta del tripartito supondría un duro varapalo para sus negocios y la destrucción de numerosos puestos de trabajo, ya que tendrían que eliminar la mitad de las terrazas. Por ello, propusieron eliminar 10 centímetros de cada lado para poder cumplir la normativa europea de accesibilidad, que obliga a dejar dos metros para los peatones por cada lado y tres en el centro. A cambio, los restauradores expresaron su disposición a quitar de inmediato los toldos. Sin embargo, el presidente de la Federació de Veïns, Joan Forteza, rechazó rotundamente esta propuesta. «En la calle Fábrica y Blanquerna no nos movemos de los 2,5 metros por lateral». En Blanquerna tampoco hay acuerdo, pero parece más factible que el Pacte acepte la propuesta de los restauradores de eliminar medio metro en cada lateral. En el caso de Platja de Palma, decidieron que Cort, los vecinos y los restauradores visitarán la zona; los empresarios argumentaron que principalmente hay hoteles, a los que no molestan las terrazas.
En el resto de temas sí será fácil llegar a un acuerdo. Los restauradores aceptan quitar los toldos, pero piden más tiempo. Todos aceptaron la propuesta de ARCA de entrar más en detalles estéticos de las terrazas. El PP manifestó que no podrá problemas para llegar a un consenso, pero reprochó al Pacte que si hubiese aplicado la ordenanza en vigor no se habrían cometido excesos. C's instó al Pacte a acercar posturas con los r restauradores y le pidió que «abandone la dinámica de prohibir y destruir».