La inversión en construcción aumentó un 17,6 % en 2017, hasta 1.729 millones de euros, un incremento que el sector valora pero que revela que «no es cierto que haya un 'boom'» ya que es una cifra todavía inferior a la de 2002 años en Baleares, ha explicado el presidente de la Asociación de Constructores de las islas, Eduardo López.
«Desde 2012, el momento más profundo de la crisis, llevamos cuatro años ininterrumpidos creciendo de manera aceptable pero viendo de donde veíamos, las cifras no son de 'boom'. Hay una inversión bastante importante en viviendas unifamiliares, pero no representan la inversión que desea el sector», ha explicado.
En cuanto al empleo en el sector, según los datos de la Asociación de Constructores de Baleares, en el último año se ha incrementado del orden del 11 %, con unos 49.000 trabajadores, cuando la entidad considera que una cifra estable y positiva sería entre 50.000 y 55.000 trabajadores. El año de máximo empleo fue 2007, con más de 69.000 trabajadores.
La principal amenaza para el sector son «los vaivenes legislativos» y la falta de seguridad jurídica, ha denunciado López, y genera «destrozo de puestos de trabajo».
Los constructores consideran insuficiente la inversión en viviendas de protección oficial, creen además que «faltan incentivos en el sector turístico para que continúen las inversiones» porque irán languideciendo, prevén en 2018 un incremento de la inversión en viviendas plurifamiliares y una estabilización de las unifamiliares.
La asociación prevé también un aumento de la licitación pública. «Nos gustaría mucho que hubiera elecciones cada año», ha dicho López.
La entidad pide también mayor formación para reducir los riesgos laborales y la siniestralidad en el sector.