Las dificultades para que el nuevo juzgado de lo Mercantil de Palma comience a funcionar, incluso que no pueden acceder al sistema informático porque no tienen contraseña, están dentro de la «tónica general de falta de previsión y de medios» que sufre la administración de justicia, según la jueza decana de Palma, Sonia Vidal.
La decana recuerda que los problemas con el sistema informático son una constante y que han sido denunciados en sendas juntas de jueces de Primera Instancia y de Instrucción. Apunta en ese sentido que, a pesar de los esfuerzos de jueces y funcionarios para adaptarse y paliar esa situación, ésta «incide en retrasos» y en un peor servicio a los ciudadanos. También recuerda que estas competencias de medios corresponden al Ministerio de Justicia, no a los órganos de gobierno judiciales. En torno al Juzgado de lo Mercantil 3 de Palma, que fue publicado en el BOE el pasado mes de diciembre y que comenzó a funcionar sobre el papel el 31 de enero, el primer problema ha sido dotarlo de funcionarios.
Así, Vidal señala que se le está ofreciendo ir a ese juzgado a trabajadores que están ahora mismo en un social de refuerzo que deja de funcionar en marzo. Eso supone perjudicar el trabajo de ese social que todavía está en funcionamiento. Los funcionarios del nuevo Mercantil se han comenzado a incorporar esta semana. El Ministerio primero ofreció las plazas para posibles cambios de destino de otros empleados de los juzgados y, como nadie las solicitó, intentó conseguirlos del bolsín de interinos, que se encuentra vacío para recurrir al final a una bolsa de reserva. Es uno de los dos nuevos juzgados que han entrado en funcionamiento este año en Mallorca, junto al quinto juzgado de lo Social.