Vecinos y comerciantes de la plaza Banc de s?Oli ya no pueden más y el viernes exigirán al Ajuntament de Palma que se reabra la calle Sant Esperit que lleva cerca de un año cerrada desde que se iniciaron las obras de construcción de un hotel que, además, no cuenta con los permisos municipales, razón por la que ya ha sido detenida por el Consistorio.
Una veintena de personas afectadas se reunieron este miércoles dispuestos a tomar la decisión de denunciar al promotor de la mencionada obra, que se inició después de que se derribara una edificio que amenazaba ruina. Pero, al final, por consejo de su abogado, Santiago Morey, acordaron esperar a la reunión que mantendrán el viernes con el teniente de alcalde de Urbanisme, José Hila. En la reunión pedirán ver el expediente de la obra para confirmar su ilegalidad.
Pero lo que más preocupa a vecinos y comerciantes es el cierre de la calle que, dicen, ha dejado prácticamente incomunicada la plaza y está ahogando a los comercios de la zona, muchos de los cuales han cerrado en el último año, porque los clientes han dejado de ir debido a la gran vuelta que ahora se tiene que dar para llegar a la plaza.
Este cierre también perjudica a los residentes a la hora de entrar y salir de sus casas. Por eso no entienden que si la obra ilegal ha sido paralizada la mencionada vía siga cerrada, explica el propietario de la sauna Espartacus, Salvador Martínez, uno de los afectados.
Hila aseguró a Ultima Hora que la calle no se puede abrir por el momento «porque además del edificio en ruinas que se derribó hay otro junto a él que también presenta peligro en parte de su fachada, por una cornisa que se puede desprender, por lo que los técnicos han colocado un cordón de seguridad». Según el responsable municipal el propietario del edificio es quien debe reparar esta fachada y Cort no puede intervenir de forma subsidiaria hasta que se cumplan los plazos que la ley le da a esta persona.