Con el proyecto de la rampa mecánica de la Plaça Major, Palma se sumará así a una lista cada vez más larga de ciudades, sobre todo en el norte de España, que en los últimos años han instalado estas infraestructuras para salvar los grandes desniveles con que cuentan muchas urbes.
Una de las principales preocupaciones de estas ciudades, como pasa también ahora con Palma, ha sido y es instalar estas rampas de forma respetuosa con el entorno y los centros históricos.
A lo largo de la geografía española podemos encontrar distintos ejemplos, uno de los más cercanos es en Barcelona con las escaleras que acceden al Parc Güell.
No obstante, uno de los casos más espectaculares lo encontramos en Toledo, en las escaleras mecánicas de Recaredo, inauguradas en el año 2000 para facilitar el acceso a la zona amurallada de la ciudad. El proyecto fue elaborado por el arquitecto ibicenco Elías Torres.
Después de Toledo, otras ciudades se animaron a seguir sus pasos. Entre otras, Vitoria-Gasteiz o Santander; ésta última ha instalado hasta nueve rampas en diferentes calles. Las rampas mecánicas son una de las soluciones innovadoras de accesibilidad que están ayudando a transformar la vida en muchos lugares.
En Palma, esta infraestructura sería novedosa y se instalaría en el año 2019 con el objetivo de facilitar el acceso desde La Rambla hasta la Plaça Major. De momento, el consistorio no tiene definida totalmente su ejecución. Existen varias alternativas de ubicación de la rampa, según ha explicado el regidor de Infraestructures i Accesibilitat del Consistorio, Rodrigo Romero. Su acceso se podría situar por la Costa del Teatre o por el lateral de La Rambla, por la zona ajardinada, manteniendo una parada en el actual ascensor.