El Ajuntament de Palma tiene sobre la mesa el proyecto de instalación de una rampa mecánica que conecte La Rambla con la Plaça Major, ya que actualmente la única opción accesible entre estos dos espacios tan emblemáticos de la ciudad es el ascensor existente, el cual sufre continuas averías y actos de vandalismo que obligan a interrumpir su servicio con bastante frecuencia.
El concejal de Infraestructures i Accesibilitat del Consistorio, Rodrigo Romero, estima que el coste de instalación de esta rampa será de entre 300.000 y 400.000 euros. Romero explica que «la idea es conectar la parte alta y baja de la ciudad pero sin romper el paisaje y, por supuesto, de forma respetuosa con el entorno».
Patrimonio
Existen varias alternativas de ubicación de la rampa, indica el edil, como situar su acceso por la Costa del Teatre o por el lateral de La Rambla, por la zona ajardinada, manteniendo una parada en el actual ascensor. En cualquier caso, aclara Romero, «la ubicación todavía no está decidida, primero tendremos que contar con el visto bueno de la Comisión de Centro Histórico y también queremos hablar con entidades como ARCA». Por tanto, el responsable municipal reconoce que es probable que la ejecución del proyecto se retrase hasta el año 2019.
Romero recuerda, además, que en septiembre del año 2019 el Ajuntament recuperará la gestión del aparcamiento subterráneo de la Plaça Major y de las galerías comerciales (donde Cort es propietario de muchos de los locales en concesión), y por eso asegura que «queremos estudiar también la posibilidad de hacer accesible al mismo tiempo las galerías y el estacionamiento subterráneo».
El objetivo de este proyecto de rampa mecánica, que sería la primera en la ciudad, insiste el concejal, es hacer accesible la zona, porque en estos momentos la única forma que tienen las personas con discapacidad o movilidad reducida para ir de la Rambla a la Plaça Major, o viceversa, es el ascensor hidráulico de tipo panorámico de uso público que existe desde hace bastante años. Pero éste, lamenta, «padece múltiples problemas, tanto de averías, como de vandalismo, sobrecargas, etc.». De hecho, desde el Consistorio se informa que entre enero y noviembre del año pasado los costes asociados a dicho ascensor en trabajos de mantenimiento no ordinario, es decir el derivado de averías por causas externas al uso convencional del mismo, ascendieron a 6.863 euros.
Instalar una moderna rampa mecánicas que comunique una parte alta de la ciudad con otra baja supondrá, sin duda, un enorme contraste, pero en las ciudades que ya han colocado este elemento se está mostrando, cada vez más, «como un factor de cohesión social, que mejora enormemente la calidad de vida de las personas», expone el concejal de Podem Palma.