Más de 30 torres y atalayas de Mallorca se iluminan en el marco de la segunda edición de una iniciativa para reivindicar la conservación del patrimonio histórico y sensibilizar a la ciudadanía sobre el drama que sufren las personas refugiadas.
Con la lectura de un manifiesto se denuncia la situación y las condiciones a las que están sometidos muchos refugiados hoy en día «mientras tanto, los países miembros de la UE incumplen reiteradamente sus propios acuerdos», señalan desde el Consell de Mallorca.
Para Francesc Miralles, vicepresidente y conseller insular de Cultura, Patrimonio y Deportes, este gesto «es una manera de arreciar el compromiso de la institución con la dignidad de los derechos humanos y la denuncia del drama de los refugiados».
Respecto a la reivindicación de la conservación del patrimonio, Miralles ha recordado que desde el Servicio de Patrimonio del Consell ya se ha iniciado este año la restauración de cuatro torres de defensa en Cala Pi, Banyalbufar, Alcúdia y Andratx.
El proyecto cuenta con la implicación de sus impulsores hace más de un año y a partir de un grupo de profesores del IES Marratxí y miembros de la Sociedad Balear de Matemáticas.
El coordinador de la campaña 'JoAcull' de Amnistía Internacional, Carlos Martín, ha afirmado que «la situación de las personas refugiadas en el Mediterráneo es cada vez más desesperada» y ha agradecido al Consell que haya cogido el testigo de este proyecto.