El Consell de Govern aprobará este jueves destinar 26 millones de euros procedentes del canon de saneamiento a la construcción de un colector interceptor y de una lámina de laminación que evitarán que entre un 20 % y un 35 % de los vertidos contaminantes terminen en el mar.
Cada año se vierten en la Bahía de Palma entre 1.500 y 2.000 toneladas de cargas contaminantes, aproximadamente. Se trata de la suciedad acumulada en las calles, como el aceite que dejan los coches, etc.
Proyecto
La presidenta de Emaya, Neus Truyol, explicó que a finales de 2018 comenzarán las obras para construir un colector interceptor general de gravedad desde Avingudes hasta la depuradora del Coll d'en Rabassa; tendrá 3,2 km de largo y discurrirá entre 5 y 12 metros de profundidad. Supondrá una inversión de 18.922.676 euros.
Además, se construirá una nueva estación de bombeo -tendrá una capacidad de bombeo de 12.250 metros cúbicos por hora- y un depósito de laminación de la depuradora del Coll -con una capacidad de 25.000 metros cúbicos. Su presupuesto es de 7.176.054 euros y su cometido será retener las lluvias que caen durante los primeros 45 minutos, ya que son las que tienen más contaminación, para que la depuradora las pueda ir tratando poco a poco y evitar que lleguen al mar.
Truyol destacó que estos dos proyectos permitirán reducir un 71 % la carga contaminante vertida al mar desde la cuenca del Baluard, unas 12 toneladas en cada episodio fuerte de lluvias; anualmente se dejarán de verter al mar unas 500 toneladas de contaminantes. Para solucionar el problema en toda la ciudad habrá que construir entre tres y cinco depósitos de laminación más.