El conseller de Educación y Universidad de Baleares, Martí March, ha dicho en el Senado que ve «difícil y problemático» alcanzar el Pacto Educativo, especialmente en este momento por «la complejidad territorial que existe a nivel de todo el Estado por el tema catalán».
Lo ha asegurado poco antes de comparecer en la Ponencia -grupo de trabajo- de estudio sobre el Pacto Educativo, constituida en el seno de la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara alta, que está recibiendo desde el pasado septiembre a los distintos consejeros del ramo.
Aunque ha señalado que acude a la reunión con una «actitud positiva», March ha argumentado que el tema educativo «siempre ha sido problemático a nivel de pacto».
Además, ha opinado que «la metodología» que se sigue para el pacto es «muy dispersa», ya que se trabaja en el Congreso y en el Senado cuando debería hacerse en «tres dimensiones», es decir, con «la política, la territorial y también la social», esta última en cuanto a la comunidad educativa a través del Consejo Escolar del Estado.
Por otro lado, March ha explicado que el Pacto Educativo debería «delimitar de forma clara» las competencias del Gobierno central y las comunidades para evitar «interferencias y duplicidades».
Y que la ley que saliera del citado pacto debería ser «flexible», definiendo «muy bien el papel de cada uno» e ir «aparejada» de una ley sobre financiación.
Ha abogado asimismo por convertir la Conferencia Sectorial -la formada por el Ministerio de Educación y las autonomías- en una «Conferencia Federal», con una «igualdad» y actuando «por consenso y no por votación».
La educación de 0 a 3 años, la universalización -no la obligación- de la educación hasta los 18 años y un «mir docente» son otras propuestas de March para incluir en el Pacto Educativo.