La Conselleria de Turisme ha dado de baja 725 plazas turísticas de forma definitiva en Mallorca, es decir, que jamás podrán volver a comercializarse. Se trata de plazas de alquiler vacacional que no se incorporarán a la bolsa de plazas de la Isla ya que la nueva ley contempla que las plazas que se otorgaron a través de excepciones, una vez dadas de baja, no podrán utilizarse para dar de alta otras. El Govern estima un decrecimiento de 120.000 plazas turísticas en Mallorca a largo plazo.
Estas 725 plazas corresponden a 127 viviendas turísticas legales que se dieron de baja entre agosto y noviembre, es decir, una vez que entró en vigor la normativa que introduce medidas para el decrecimiento. Además, se está tramitando la baja de otras diez viviendas que tienen un total de 59 plazas, que también podrían desaparecer de la oferta de la Isla. Estas viviendas vacacionales que se han eliminado de la oferta turística se dieron de alta hace años, de modo que eran legales, y se trata de bajas solicitadas por los propios titulares de las viviendas porque ya no quieren ejercer la actividad u otros motivos, o bien por parte de la Administración. En este caso, los servicios de Inspección Turística detectan que la vivienda ya no se comercializa y tramitan su baja.
La Ley de Turismo establece que, al margen de viviendas vacacionales, tampoco se podrán utilizar de nuevo las plazas procedentes de hoteles de cinco estrellas, de ciudad, agroturismos y hoteles rurales que se den de baja. De ahí, que la Conselleria que dirige Biel Barceló calcule que se puedan eliminar 120.000 plazas de la oferta turística de Mallorca en los próximos años.
Por otra parte, los servicios de Inspección de la Conselleria de Turisme están estudiando las nuevas solicitudes de altas de viviendas vacacionales registradas antes de la entrada en vigor de la moratoria, el pasado 1 de agosto. En los meses previos se registraron más de 1.500 viviendas para poder dedicarse al alquiler turístico.