El portavoz del PI en el Parlament, Jaume Font, ha afirmado este lunes que la nueva ley de urbanismo que aprobará este martes el Parlament balear «empeora la situación y complica el sistema», sobre todo porque supone la creación de dos planeamientos, uno urbano y otro rústico.
En opinión de Font, con esta nueva iniciativa legislativa del Govern «no hay voluntad real de solucionar los problemas», sino que «complica el sistema», cuando el objetivo debería ser simplificar los trámites para que las instituciones, pero sobre todos los particulares, los ciudadanos, puedan llevar a cabo sus iniciativas urbanísticos dentro de la ley.
«La gente quiere realizar sus proyectos y que no dependen del político de turno», se ha quejado Font, que ha advertido también de que los problemas que tendrán los ayuntamientos pequeños por falta de personal para adaptarse a la nueva normativa.
«Desgraciadamente» la nueva ley «no será la solución», ha insistido Font, que ha dicho que está «claro» que «no puede haber ilegalidades», pero también que la legislación debe ser de fácil aplicación para ayuntamientos y particulares.
Sin embargo, Font ha alabado de esta nueva ley que el régimen disciplinario sea «más contundente», para lo cual no hacía falta un nuevo texto, sino modificar el actual.
Además, en la rueda de prensa que ha ofrecido Font ha exigido una reforma del Senado para que sea una cámara de representación e influencia «real» de las comunidades autónomas en Madrid.
Según ha dicho, no conoce a ningún político ni periodista que afirme que la Cámara Alta «sirve para algo». Ejemplo de ello, ha comentado, es la nula influencia de los actuales senadores autonómicos de Baleares en la mejora de los descuentos aéreos de los residentes del archipiélago.