La nueva ley del suelo que aprobará el martes el Parlament hace ‘limpieza' urbanística y elimina restos de falso suelo urbanizable, urbano o industrial que siguen latentes en las Islas desde la época de Gabriel Cañellas. La ley incorpora una enmienda presentada por MÉS y pactada con el PSIB por la que dejarán de estar en el planeamiento aquellos suelos urbanos que no se haya desarrollado en los municipios que siguen sin adaptarse totalmente a las Directrices de Ordenación Territorial.
Entre estos restos, que pasarán automáticamente a tener la calificación de suelo rústico, se encuentran terrenos industriales no desarrollados en diferentes municipios de Mallorca, de los que el más significativo de todos ellos es el polígono industrial de Petra. En pleno mandato de Gabriel Cañellas, el Govern aprobó el desarrollo de un polígono industrial en este municipio mallorquín con el objetivo básico de que allí se instalara la filial de una fábrica japonesa de bombillas. Una comitiva balear, encabezada por el expresident y con la presencia de varios consellers, viajó a Japón en el año 1991 para reunirse con los ejecutivos de la compañía. A la vuelta del viaje, se realizaron todos los trámites de modificación del planeamiento para que la empresa se instalara en unos terrenos de Petra que pasaron a ser suelo industrial. La empresa japonesa jamás construyó la fábrica de bombillas en Petra pero en el planeamiento del municipio sigue estando el dibujo de la factoría.
La enmienda ‘escoba' de Més y PSIB suprime este suelo –que pasará a ser rústico– y elimina también una buena parte del polígono industrial de Llucmajor, que tampoco se ha desarrollado nunca.