El gobierno del Consell de Mallorca ha aprobado este jueves el primer Plan de Equipamientos Comerciales de Mallorca (PECMA), que ordenará el comercio en la isla y que establece un régimen de suspensión de licencias durante un máximo de dos años o hasta que se apruebe definitivamente esta nueva norma.
Con la aprobación inicial de este plan deja de estar en vigor la norma territorial cautelar aprobada al inicio de legislatura que supuso la suspensión de licencias para abrir grandes equipamientos comerciales, mientras se redactaba este PECMA.
El nuevo plan establece las condiciones de integración de los equipamientos comercial de Mallorca y tendrá en cuenta las externalidades e impactos ambientales a la hora de construir nuevos comercios.
La consellera del Territorio e Infraestructuras del Consell de Mallorca, Mercedes Garrido, y el conseller de Economía y Hacienda, Cosme Bonet, han presentado este jueves el PECM, que será aprobado por el pleno de la institución el próximo 14 de diciembre.
Garrido ha explicado que con esta iniciativa se trata de «poner orden en uno de los campos donde, precisamente, no había mucho orden». Los puntos sobre los que se fundamenta el plan son la protección del medio ambiente y, «sobre todo», la de los consumidores.
También ha reseñado que se fomentará los puntos de carga de coches en los centros comerciales, donde el 10 % de los aparcamientos serán para automóviles eléctricos.
El plan divide los equipamientos comerciales en tres grandes tipos. Los pequeños son los que ocupan entre 400 y 700 metros cuadrados; los medios, entre 700 y 2.500 m2, y los grandes, más de 2.500 m2.
También figuran los centros comerciales entendidos como un conjunto de establecimientos comerciales con una superficie comercial conjunta superior a los 1.500 m2.
El plan divide Mallorca en cinco zonas. El primer nivel lo forman algunas zonas de Palma y Marratxí, donde no hay restricciones exceptuando los polígonos industriales, en los que sólo se permiten los usos industriales.
El siguiente nivel está dividido en dos subniveles: el primero es la zona urbana de Inca, donde se permiten los equipamientos comerciales de hasta 30.000 m2. El otro subnivel coincide con Manacor, donde se permiten grandes equipamientos comerciales hasta 20.000 m2. Con esta zonificación se potencian estos dos núcleos como zonas nuevas de interés comercial y se resta presión a Palma.
El tercer nivel engloba la playa de Palma, Alcúdia y su puerto, Santa Ponça y Palmanova, donde se permiten equipamientos comerciales de hasta 5.000 m2.
En el cuarto nivel se pueden construir equipamientos de hasta 2.500 m2. Comprende las zonas de Pollença y Sóller y sus puertos, Felanitx, Campos, Andratx, Sa Pobla, Can Picafort, Muro y Artà.
Finalmente, el resto de núcleos poblacionales pertenecen al quinto nivel, en el que el máximo permitido para abrir equipamientos comerciales es hasta 700 m2.
Cualquier particular o empresa que quiera llevar a cabo un equipamiento comercial nuevo de entre 700 y 5.000 m2 -400 en la zona del nivel 5- tiene que presentar un estudio de implantación comercial (EIC).
En este documento se deben evaluar los posibles conflictos con otros usos, así como los impactos ambientales y paisajísticos que genera. También debe proponer las medidas correctoras y las obras necesarias para llevarlas a cabo.
En cambio, los establecimientos que ocupen más de 5.000 m2 deben presentar un plan especial de implantación comercial, que debe seguir la tramitación administrativa de cualquier plan especial.
Este plan debe resolver todo lo que pueda repercutir en la construcción del centro y debe incorporar un estudio de movilidad.