El ex secretario general de Podemos, Alberto Jarabo, asumió este lunes la portavocía del grupo parlamentario sin conseguir que Laura Camargo, hasta este lunes portavoz, aceptara la portavocía adjunta.
Según Camargo, lo que había decidido el grupo parlamentario –y que la dirección del partido no tuvo en cuenta– fue lo contrario, es decir que Jarabo continuara como adjunto y que ella siguiera de portavoz.
La también ex secretaria política, y que intentó ser secretaria general, afirmó que por el momento será «diputada rasa» y que si acepta ocupar la portavocía adjunta será después de resolver «algunas cuestiones internas» sobre el funcionamiento del grupo que no quiso concretar pero que pasan por una serie de condiciones. El Consejo de Coordinación de Podemos, el equivalente a la ejecutiva de otros partidos, votó por 28 votos a favor y 11 en contra que Camargo fuera portavoz adjunta y presidenta del grupo. En caso de no aceptar, el ‘plan B' de la dirección es convencer a otra diputada, Marta Maicas, actual responsable de coordinación.
Otra posibilidad sería cambiar el reglamento interno para que un diputado pudiera ejercer de portavoz adjunto. El reglamento interno establece que si un hombre es portavoz, una mujer será portavoz adjunta y viceversa.
La hasta ahora portavoz «acata» la decisión de la «mayoría», si bien recordó que 16 de los 38 miembros del Consejo Ciudadano Autonómico (CCA) impugnado la elección. Si la impugnación se mantiene, tendrá que resolver la Comisión de Garantías del partido. Fue lo que se decidió en la reunión del sábado.