El Ayuntamiento de Palma ha aprobado la renovación del convenio firmado hace un año con Emaya para no cobrar los recibos del agua y servicios de saneamiento a las familias que viven en situación de vulnerabilidad social.
En concreto, la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) no cobrará sus servicios a las familias usuarias del área de Bienestar Social.
Este acuerdo supone que Emaya reservará 60.000 euros anuales de sus presupuestos para atender a unas 1.000 familias de la ciudad en situación de vulnerabilidad social que no pueden asumir sus facturas de agua.
Este convenio tiene la finalidad de evitar el corte de agua y garantizar el suministro a estas familias de bajos ingresos que viven en situación de vulnerabilidad social.
La teniente de alcalde de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal y presidenta de Emaya, Neus Truyol, y la concejala de Bienestar y Derechos Sociales, Mercè Borràs, han considerado que la renovación del convenio representa una línea de consolidación de las políticas para atender a la población más desfavorecida.
Anteriormente, era la concejalía de Bienestar Social a que asumía las factura de luz y agua de las familias que no podían pagarlas, mediante la partida de ayudas urgentes.
El convenio supone que Emaya asumirá la factura del agua y, por lo tanto, que se puedan destinar más fondos de la partida de ayudas urgente a otras ayudas.
Las familias que se ven beneficiadas por este acuerdo se suman a las 4.067 familias que ya se han acogido a la bonificación del cien por cien de su factura por ser receptores de ingresos bajos, según los criterios de facturación de Emaya.