El turismo de cruceros genera un impacto económico directo e inducido de 256 millones de euros al año, lo que representa el 1,04 % del PIB balear. A estos datos económicos hay que añadir que esta actividad genera 5.733 puestos de trabajo y genera 21,3 millones de recaudación fiscal, según el informe de coyuntura de este sector realizado por la Autoritat Portuària de Balears (APB), la UIB y el IBES.
El presidente de la APB, Joan Gual, resaltó este martes en la presentación del informe que con este trabajo se confirma el efecto diversificador y redistributivo de la riqueza que genera este sector, «así como el carácter prescriptor de los turistas de cruceros hacia el destino turístico, donde el 95 % de los encuestados recomendaría Balears a sus amigos y familiares».
El estudio se realizó a raíz de las quejas que se produjeron hace dos años con la actividad de los cruceros y la saturación que ello provocaba en el centro de Palma.
Se estima que cada buque de crucero que hace escala en Balears contribuye con 325.735 euros al Valor Añadido Bruto balear, una cifra que es más alta en el caso de Palma, con 394.487 euros. En Ibiza se calcula en 215.456 euros, en Maó en 77.080 euros y en Alcúdia en 40.827. Por puertos, el de Palma supone el 87 % de impacto, con 224 millones de euros; Alcúdia genera 125 millones, Ibiza 25,9 y Maó 6,6 millones.
De la actividad directa de 128,1 millones, los cruceristas de tránsito (que pasan 4 horas de media en el destino) gastan 62,6 millones, los de base 28,4 millones, la tripulación 14 millones y las navieras 16,1 millones. Del impacto directo, un 55 % es gasto en tierra dedicado a compras con 49,4 millones de euros; el 17 % lo realizan en restaurantes y el 6 % lo gastan en excursiones. Otros gastos (rent a car, bus, taxis, por ejemplo) suponen el 22 %.