El presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem), Jordi Mora, ha manifestado este jueves que existe una «falta de voluntad por parte del Govern y de los sindicatos» para que haya dos convenios colectivos diferenciados en Baleares; uno para las cadenas hoteleras y otro para la oferta turística complementaria (bares, restaurantes, cafeterías y albergues juveniles y pequeños hoteles familiares).
«No es imposible. Canarias cuenta con dos convenios diferenciados, sólo hace falta voluntad política», ha insistido Mora, quien ha advertido que la aplicación del nuevo convenio colectivo de hostelería, que prevé un incremento salarial del 17% en cuatro años, supondrá «el cierre de muchos pequeños negocios y destruirá puestos de trabajo».
Con todo, el presidente de Pimem ha precisado que «nunca han estado en contra de que suban los sueldos», si bien, ha insistido en que el motivo de no compartir del nuevo convenio de hostelería radica en que «las cuentas de explotación de las pequeñas empresas no lo pueden asumir».
«A nivel empresarial no son lo mismo un hotel de cinco estrellas que solo abre seis meses al año que un restaurante», ha explicado Mora, quien ha remarcado que «son dos negocios que se ve clarísimamente que son muy distintos», por lo que «no pueden tener una misma estructura salarial».
Asimismo, Mora ha criticado que se haya «menospreciado a los pequeños empresarios», al no participar en la negociación colectiva del convenio de hostelería, ya que, según ha afirmado, «se ha negociado única y exclusivamente con los grandes hoteleros».
Testimonio de empresarios afectados
En la rueda de prensa también han participado empresarios afectados por el nuevo convenio de hostelería, que entrará en vigor el 1 de enero de 2018, a los que, tal y como ha recalcado Mora, «no se les ha dado la oportunidad de intervenir en la negociación».
Bin Shah es la dueña de un restaurante de una zona turística de Palma, como es el barrio Santa Catalina, y se ha referido a los muchos gastos que tienen que asumir los pequeños negocios, como el suyo, «en el que además de propietaria es trabajadora porque no puede pagar el sueldo de un empleado», ha afirmado.
Por su parte, la vicepresidenta de la Asociación de Albegues Juveniles de Mallorca, Mercedes Miralles, ha explicado que este tipo de establecimientos, generalmente, están abiertos todo el año, por lo que deben asumir un coste salarial de doce meses.
«Si ahora tenemos que subir los salarios para cumplir el nuevo convenio, posiblemente tendremos que tomar decisiones: si seguir abriendo todo el año o hacer despidos en temporada baja», ha lamentado.
«No podemos asumir el gasto anual que supone el incremento salarial que nos están poniendo», ha recalcado Miralles.
Otro de los relatos ha sido el de Juan Manuel Ordinas, propietario de un hotel pequeño familiar de Playa de Palma, quien ha criticado que «los políticos estén mostrando un apoyo incondicional a las grandes cadenas hoteleras», y ha opinado que el nuevo convenio no les representa.
«No todo vale. Nosotros no podemos asumir ese incremento del 17%», ha afirmado el empresario, quien ha constatado que «se pueden proponer otras fórmulas» que puedan ser asumidas los pequeños y medianos negocios.
Por último, ha intervenido el economista de Pimem, Joan Torrens, quien ha recurrido al registro mercantil para exponer «dos ejemplos reales muy diferentes"; el de un bar situado en un enclave no turístico del interior de Mallorca, que en 2016 obtuvo un beneficio de 371 euros, y el de un hotel de 4 estrellas superior en el centro de Palma cuyo resultado del ejercicio fue de 2,9 millones de euros.
Según ha indicado Torrens, mientras que al bar los gastos de personal le representan un 40% de los ingresos, al establecimiento hotelero le suponen tan sólo un 13%. De este modo, el aumento salarial previsto, del 5,1% -incluyendo los gastos a la Seguridad Social- causarían unas perdidas económicas de 3.040 euros al propietario del bar, frente al hotel, que seguirá obteniendo unos importantes beneficios.
Finalmente, el presidente de Pimem ha asegurado que «cumplirán con la ley y asumirán el convenio», si bien, ha matizado que no lo pueden defender.
Según el cálculo realizado por el presidente de la patronal de las pequeñas y medianas empresas de las Islas, aproximadamente 100.000 personas del sector turístico estarían trabajando dentro de una pyme en Baleares.