El TSJIB ha desestimado el recurso presentado por los trabajadores de la UTE Ponent Llevant, que gestiona los túneles y autopistas del Consell de Mallorca, contra una anterior sentencia que no les acepta que su trabajo sea de «extrema peligrosidad». Caso de haberlo aceptado, estos trabajadores tendrían derecho a pedir un 20 por ciento de aumento de salario.
Los trabajadores han presentado «pruebas» de los accidentes padecidos y del «riesgo» que supone trabajar en los arcenes «cuando pasan vehículos cuyos conductores demuestran «una evidente imprudencia».
Sin embargo, la decisión judicial señala que «en cuanto a los diversos partes de incidencias reportados por el delegado de prevención a la empresa y al Consell de Mallorca, se desconoce si en estos supuestos se habían observado todas las medidas e instrucciones impartidas por la empresa sobre protocolo de actuación y señalización adecuada».
A su vez, indica: «la prueba practica no resulta suficiente como para poder calificar el riesgo de atropellos o golpes con vehículos con un peligro importante, grave o intolerable del puesto de trabajo ante un eventual ataque o daño».
Fuentes de los trabajadores indicaron que «se realizan labores de mantenimiento integral, como jardinería, obra civil, señalización y mantenimiento de las redes eléctricas de varias autopistas, a veces en condciones coimplejas».
Así, «los trabajos se realizan en los arcenes y medianas. Los coches circulan a 120 kilómetros por hora o más». También aseguran que «los protocolos de prevención y señalización se hacen correctamente», pero insisten en las «negligencias» de muchos de los conductores: «hablan por el móvil, alcohol, discusiones, conducción deportiva, maniobras por despiste... nuestro trabajo es muy peligroso».
El delegado de prevención presentó en el juicio «numerosas fotografías que muestran el peligro de nuestro trabajo».