La consellera de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, ha anunciado la decisión de requerir a la empresa contratista que reinicie las obras del tramo II de la vía conectora (Ma-30), que va desde la rotonda de la carretera de Manacor hasta Son Ferriol, y le dará un plazo de 15 meses de prórroga para que se puedan acabar «lo antes posible».
Garrido, ha comparecido en rueda de prensa junto al secretario general técnico del departamento, Marc López, para mostrar «la total disposición» de la institución insular para que se pueda terminar esta obra que lleva paralizada un año y que, tal y como ha admitido, está causando «muchas molestias» a todos los mallorquines y especialmente a los vecinos de la zona de Son Ferriol.
Según ha explicado la consellera, esta decisión se produce después de que el Consell Consultiu haya emitido un informe desfavorable a la resolución del contrato, por lo que el Consell de Mallorca «se ve obligado a continuar las obras del Tramo II con la Unión Temporal de Empresas (UTE) que no terminó».
De este modo, tendrá que ser la misma UTE la que tendrá que reiniciar unas obras que llevan un año paralizadas, y de las que aún queda el 80% del proyecto por ejecutar.
Tras la finalización del proceso de resolución, la prioridad ahora es que la UTE «asuma el inicio de las obras» lo más pronto posible.
A partir de este momento, Garrido ha indicado que «notificarán la decisión a la UTE e intentarán que se lleve a cabo un inicio tranquilo y pactado de las obras».
De momento no hay fecha para que se retomen los trabajos, pero la consellera ha insistido en que se «ponen a disposición de la empresa constructora para que comiencen lo antes posible». «Si pueden comenzar el lunes que viene, mejor que de aquí a dos lunes», ha insistido.
Asimismo, la consellera ha precisado que «se irán viendo qué necesidades tiene la obra», si bien ha admitido que es preciso hacer dos modificaciones; llevar a cabo un plan de desvíos y la canalización de una línea eléctrica.
Retraso en la ejecución
Según ha explicado el secretario técnico, el tramo II de la vía conectora se va a adjudicar en el año 2014 por 25,6 millones de euros, un 28,5% menos que el presupuesto de licitación. Las obras se iniciaron ese mismo año y debían de acabar en abril de 2016. Días antes de la finalización del plazo, la UTE solicitó una prórroga y la institución insular le concedió cinco meses de prórroga.
Pese a ello, la concesionaria va a presentar un recurso de reposición porque pedían 15 meses, que es el plazo de tiempo que el Consell de Mallorca dará ahora a la constructora.
Una vez acabada la prórroga, el personal técnico del Consell va a comprobar que nada más se había ejecutado un 20% de la obra, por este motivo se va a decidir parar el contrato y volver a sacarlo a licitación el 80% que quedaba por hacer.
Ahora, una vez que el Consell Consultiu va a emitir el informe desfavorable, la institución insular se ve obligada a parar la resolución del contrato y notificar a la UTE que continúe con los trabajos.