Gaceta Náutica alertó este viernes que, tras sumergirse de nuevo en las aguas de la bahía de Palma, han comprobado que las manchas rojas continúan extendiéndose junto al emisario submarino de la principal depuradora de la ciudad.
Estas manchas rojas son fruto de las cianobacterias que se concentran en las inmediaciones de la tubería de aguas fecales de la Ciudad Jardín.
«La materia fecal en suspensión apenas dejaba ver con claridad. Ya no hay aguas cristalinas en la Bahía de Palma, hay aguas sucias», asegura el periodista y buceador Juan Poyatos. Un año después del descubrimiento de la colonia «hemos comprobado cómo las manchas se extienden y están rellenando el fondo de una especie de gelatina rosa», apunta.