El Consell de Govern ha aprobado adherirse a los objetivos y las líneas de actuación de lucha contra el cambio climático previstos en el Acuerdo de París de 2015, por lo que fomentará las políticas necesarias para alcanzar las cero emisiones de gases de efecto invernadero en 2050.
Asimismo, impulsará la cooperación con las regiones mediterráneas y europeas en la lucha contra el cambio climático, ha señalado en rueda de prensa la portavoz del Govern y consellera de Presidencia, Pilar Costa
Baleares, como territorio insular en el Mediterráneo, es especialmente vulnerables al cambio climático, situación a la que debe añadirse que es la comunidad autónoma con mayor dependencia energética exterior y menor implantación de generación renovable.
El Acuerdo de París fue ratificado por el conjunto de la Unión Europea el 4 de octubre de 2016 y por el Estado español el 12 de enero de 2017, pero una parte fundamental del potencial de reducción de emisiones y de adaptación al cambio climático es de competencia autonómica o insular.
Tal como figura en el Acuerdo de París, el «desafío mundial incumbe a todos, con dimensiones locales, subnacionales, nacionales, regionales e internacionales», añade el acuerdo.
Por otra parte, los acuerdos por el cambio suscritos por el Govern incluyen el compromiso de un nuevo modelo energético para Baleares, con una fuerte apuesta por las energías renovables y la eficiencia energética, así como un plan de lucha contra el cambio climático con compromisos vinculantes.
En cumplimiento de estos acuerdos, el Govern ha desarrollado un proceso participativo para definir las estrategias de lucha contra el cambio climático.
Este proceso, en el que se han involucrado entidades, empresas, asociaciones, partidos políticos y centenares de personas a título individual, ha concluido en la necesidad de una ley que posibilite hacer frente de manera urgente y efectiva a las causas y los efectos del cambio climático, ha recordado Costa
El Ejecutivo balear ya ha adoptado toda una serie de medidas que permiten avanzar en la transición energética hacia un modelo menos dependiente de los combustibles fósiles, como la contratación de energías renovables y la instalación de sistemas de autoconsumo en el sector público, el fomento de la movilidad eléctrica, así como la planificación de cierre o reconversión de las centrales eléctricas más contaminantes en las islas.