El exconseller de Turismo Joan Flaquer ha asegurado este miércoles que «difícilmente» el presidente o los consellers podían seguir la tramitación administrativa de los asuntos de calado que se decidían en el Consell de Govern, en su declaración como testigo ante el tribunal que juzga dos piezas del caso Palma Arena.
En la tercera sesión del juicio al expresidente Jaume Matas y el ex director general de Deportes José Luis 'Pepote' Ballester en la Audiencia de Palma, Flaquer ha explicado que «normalmente las decisiones de gran calado se discutían en Consell de Govern», pero en la ejecución de las mismas «el conseller no seguía la tramitación», algo que «difícilmente» habría sido posible.
Por su parte, la entonces consellera de Presidencia y Deportes, Rosa Puig, ha explicado que fue Matas quien propuso ante el Consell de Govern que fuera la Fundación Illesport la que se ocupara de las gestiones para construir el velódromo Palma Arena después de que Palma fuera elegida sede del Mundial de Ciclismo de 2007 «por la premura de tiempo».
La infraestructura se encargó primero a dicha fundación y posteriormente al consorcio para su construcción, pero no directamente a su conselleria, según ha recalcado. «Yo realmente no tenía ningún poder para dar ninguna orden», ha dicho sobre esta obra, en la que delegó en Ballester.
Ha dicho que Matas y Ballester despachaban a menudo, directa e indirectamente.
Un abogado que medió entre el primer arquitecto del Palma Arena y la administración por problemas en la construcción del velódromo y que tramitó la resolución de ese contrato por incumplimiento, ha asegurado que el expediente administrativo para construir esta infraestructura le pareció «flojo».
«La impresión que yo tuve en aquel momento es que el expediente administrativo era flojísimo. Me sorprendió mucho al tener que elaborar el informe, cuando recabé la documentación, que se supone que una obra de este tipo tiene que tener un expediente administrativo completo y bien hecho y creo que a nivel administrativo se habían hecho las cosas bastante mal», ha afirmado.
Ha concretado que el expediente «eran cuatro documentos sueltos».