Cuatro depuradoras, tres hospitales, un centro de salud, una residencia de ancianos, un polideportivo y un centro de menores tendrán en sus instalaciones más de 10.000 m² de placas solares en el plazo de un año, lo que supone que contarán con 1.045 kilovatios generados mediante energía renovable.
Estas actuaciones, que pueden evitar la emisión de hasta 190.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, suponen la aplicación del nuevo contrato de suministro eléctrico diseñado por la Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad, para que toda la energía que compre el Govern sea de origen renovable, ha informado el departamento autonómico en un comunicado.
De los once edificios públicos que están instalando placas solares, el Hospital Comarcal de Inca tiene la mayor potencia de producción fotovoltaica, con 125 kilovatios, que pueden producir un ahorro superior a 20.000 euros y suponen el 3 % del consumo total del edificio.
Generan 187.500 kilovatios-hora de energía al año, el equivalente a lo que necesitan 56 hogares.
El Hospital Mateu Orfila instará 392kW, un 8,5 % de su consumo; el de Formentera 37,4kW, un 8 %, y el Centro Insular de Salud de Ibiza 8kW que suponen el 18 % de lo que consume.
En la depuradora de Cala d'Or se instarán 100kW, un 18 % de su consumo; en la de Llucmajor el 6,5 % del consumo con 81kW; en Ferreries se alcanzará el 24 % del consumo con 40kW y en la depuradora de Portocolom, con 71kW, el 40 %o.
Además, están en tramitación sistemas a otros tres edificios donde la energía limpia se instala con inversión propia como son Es Pinaret, el Polideportivo Príncipes de España y la Residencia Son Llebre.
El objetivo del contrato que está en vigor desde el pasado 1 de enero es que los edificios públicos empiecen a autoabastecerse de una parte de la energía que necesitan para su funcionamiento y además se reduzca la contaminación.
Los consellers de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, y de Salud, Patrícia Gómez, han visitado hoy el Hospital de Inca. Pons ha destacado «el compromiso clarísimo del Gobierno contra el cambio climático» y ha denunciado la falta de ayudas para hacer este tipo de inversiones.
«No tenemos ninguna ayuda del Estado, pero tenemos que pagar el impuesto al sol y reitero nuestro rechazo a que los dos archipiélagos, balear y canario, tengan que pagar esta tasa», ha reivindicado.
Sobre la instalación de placas en el Hospital de Inca, la consellera de Salud ha destacado que el beneficio es doble porque mejora «el ambiente que respiran los ciudadanos de toda la comarca de Inca» y también es económico «al ahorrar dinero por el pago de la electricidad». Además, el impacto visual de las placas fotovoltaicas «es nulo», ha manifestado.
Gómez ha recordado que los hospitales de Son Espases y Can Misses ya tienen energías renovables, que Son Llàtzer dispone de un sistema de cogeneración y que ya se están instalando placas solares en los hospitales de Menorca y Formentera. «Queremos que toda la red hospitalaria cuente con energías limpias», ha afirmado.
Además de los once edificios públicos donde se están instalando placas, para 2018 está previsto instalar una capacidad parecida en otros inmuebles públicos.
Entre las ventajas que se derivan de la instalación de energía solar, la Conselleria destaca el aumento de la producción energética aprovechando las azoteas, la reducción de la dependencia energética y de la factura de luz.