En Mallorca se comercializan miles de pisos como alquiler turístico, de los que en lo que va de año los servicios de Inspección de la Conselleria de Turisme han detectado alrededor de 600, a los que ya ha abierto el correspondiente expediente sancionador. Se trata de una cifra pequeña de acuerdo con la elevada cantidad de oferta ilegal que existe. Por este motivo, se ha preparado un plan para inspeccionar las plataformas de comercialización, que concentran la mayoría de la oferta.
Como anunció el pasado martes la directora general de Turisme, Pilar Carbonell, se vigilarán todas las plataformas para que cumplan con la normativa actual. De acuerdo con la nueva ley, cualquier anuncio de una vivienda que se comercialice como turística deberá incluir el número de registro obtenido en la Conselleria para llevar a cabo la actividad. Las plataformas se enfrentan a multas de hasta 400.000 euros. En estos momentos, los servicios jurídicos de Turisme están elaborando el requerimiento que enviarán a todas las plataformas para que cumplan la normativa y en el momento en que lo reciban tendrán 15 días para ejecutar la ley.
Desde Turisme consideran que esta medida será más eficaz ya que permitirá detectar un mayor número de oferta ilegal, que también comporta sanciones de hasta 40.000 euros para los propietarios.
Prueba de que este tipo de acciones resultan más eficaces es la campaña que ya se ha llevado este año con la vigilancia de inmobiliarias de la Isla. En concreto, se llevaron a cabo dos planes para inspeccionar la oferta de las inmobiliarias: en la primera se detectaron 330 pisos ilegales y en la segunda, 20. Estos inmuebles se enfrentan a una sanción máxima de 256.000 euros en su conjunto. El resto de pisos ilegales se han detectado a través de las inspecciones de oficio, de una parte, y, de otra, a través de las denuncias realizadas por ciudadanos ante Turisme.