El juez ha mostrado este jueves al diputado y concejal Álvaro Gijón la agenda del prostíbulo en la que aparece su nombre junto a los servicios prestados. Pese a ello, el exmiembro del PP ha negado que acudiese al local y conocer al empresario Tolo Cursach. «No lo he visto en mi vida», ha dicho.
Gijón niega con rotundidad que haya participado en orgías sexuales y ha asegurado que «es absurdo y falso» el testimonio de una testigo protegida, con la que ha mantenido un careo ordenado por el juez, y ha exigido «pruebas» de su participación en estas fiestas.
Tras declarar durante hora y media, Gijón ha asegurado que jamás participó en ninguna de esas fiestas, mientras que su abogado ha afirmado que el diario presentado por esta mujer, encargada del local de prostitutas de lujo, es «falso».
Gijón ha prestado declaración en el Juzgado Número 12 de Palma por su supuesta participación en orgías presuntamente pagadas por el empresario de discotecas de Mallorca Bartolomé Cursach a cambio de favores de la administración pública.
Estas citas aparecerían en ese diario, pero en el mismo figuran anotaciones del año 2015 referidas a la otra encargada del local que, sin embargo, murió un año antes, ha comentado el letrado de Gijón.
En declaraciones a los periodistas, el político mallorquín ha señalado que es una situación «muy desagradable» la que está viviendo porque esta testigo está «mintiendo desde el minuto uno».
El concejal ha lamentado el «morbo» que genera este caso al difundirse en los medios de comunicación y ha desvelado que en el referido diario le llaman «el Principito».
Según ha relatado él mismo, Gijón ha pedido a la testigo durante el careo que le dijera en qué fechas estuvo en ese prostíbulo de la calle Lluís Martí de Palma, pero la mujer ha respondido que no apuntaba las fechas.
«¿Si no apuntaban las fechas, para qué quieren un dietario?», se ha preguntado Gijón, que ha asegurado que nunca ha llamado con su teléfono móvil a este local, al tiempo que ha invitado a la testigo a que concrete también las fechas de esas llamadas para poder pedir a la compañía Telefónica más datos sobre las mismas.
«Se trata de contradicciones una detrás de otra; si no me da fechas concretas es imposible defenderse», se ha quejado el concejal del Ajuntament de Palma.
«Otra vez», ha continuado Gijón, la testigo ha vuelto a cambiar el nombre de la persona que supuestamente le llevaba en coche al burdel. «Es una situación que no sé cómo calificarla», ha apostillado.
Gijón ha ofrecido al juez la posibilidad de entregarle su agenda pública desde el año 2011 hasta el año 2017 para que, en cuanto le concreten los días en los que habría estado en la casa de citas, contrastar toda la información.
«Además, mi móvil está geolocalizado desde hace cinco años, por lo que será muy fácil comprobar que no he estado allí», ha agregado Gijón, que ha insistido en quejarse de que no le concreten las fechas para poder defenderse.