El Govern balear concede este año una ayuda de 6.000 euros a los taxistas que compren un coche eléctrico para realizar su trabajo, entre 800 y 1.500 euros si adquieren un híbrido y 800 para el cambio de motor de gasolina o diesel a gas, según convenga a cada profesional.
El conseller del Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha presentado el paquete de ayudas de 200.000 euros en total para la implantación del coche eléctrico y la transformación a gas en el sector del taxi, cuyos profesionales tienen 3 meses para acogerse a las mismas.
Pons se ha referido a la política del Govern de introducir medidas que supongan una mejora para el medioambiente balear y la reducción de emisión de CO2 a la atmósfera.
En declaraciones a los medios, Pons ha lamentado que la ayuda que concede el Gobierno central de 5.600 euros para este mismo fin no sea compatible con otras subvenciones, como la de la conselleria, lo que supondría una notable rebaja para un taxista del coste de un automóvil eléctrico, que ronda los 30.000 euros.
La firma Nissa Nigorra Baleares ha puesto ha disposición del sector del taxi de Mallorca dos coches híbridos para que los empleen cuando tengan sus automóviles en el taller. Es una manera de que conozcan su funcionamiento.
El conseller ha destacado que en la actualidad hay 267 puntos de recarga eléctrica en Baleares y que «en un año vista» podría alcanzarse la cifra de 380 gracias a la ayuda de 600.000 euros concedida por el Govern a los ayuntamientos para su instalación.
Además, está previsto abrir dos puntos de recarga eléctrica en la parada de los taxis del aeropuerto de Palma.
Los representantes de la Federación Independiente de Taxistas de las Islas Baleares (FITIB), Biel Moragues, y de la Agrupación Balear del Taxi, Toni Bauzá, han alabado tanto la iniciativa del Govern como la posibilidad de que los taxistas prueben cómo funciona un automóvil eléctrico.
El principal escollo que ven en estos momentos es que la autonomía de 200 kilómetros del eléctrico es insuficiente para el trabajo de un taxista, más aún durante la temporada alta de verano cuando los desplazamientos se suelen hacerse a puntos turísticos alejados de la capital balear.
Este problema, han explicado, se solucionará cuando se ponga en el mercado a final de año coches eléctricos que tendrán una autonomía de 400 kilómetros.
El taxi eléctrico es un «futurible a corto plazo», ha opinado Moragues, que ha añadido que el sector está «contento», sobre todo, por las ayudas para la conversión a gas e híbridos, modalidades «altamente demandadas».
Esta ayuda de 200.000 euros las volverá a conceder el Govern el próximo año dependiendo de la demanda de éste, e incluso podría incrementarse, ha señalado el conseller.