Viene un verano muy caliente para Podemos en Balears, sobre todo en Mallorca. El cambio climático propiciado por Laura Camargo y sus trotskistas, al romper el proceso de ir todos juntos hacia el otoño con la celebración de un congreso y la elección de una secretaria o un secretario general de consenso ha dado paso a un calor asfixiante, a gotas de sudor grandes como avellanas y a una tensión que se expande cual catástrofe forestal. Podemos vive un cambio climático interno de órdago. La capa-de-ozono-diálogo-político-interno está desapareciendo de la faz del planeta Podemos.
Laura quiere todo el poder para ella y sus seguidores. Busca hacer tabla rasa o poner firmes al resto de Podemos, como si fuesen un rebaño de cabras huyendo de un bosque en llamas. Objetivo: obligar a Podemos a dejar los equipos de gobierno del Consell y Cort, machacar los costillares de PSIB y Més, y prepararse para darse un baño de pureza ideológica en las autonómicas y locales del 2019.
Pero los amplios sectores de Podemos que no comulgan con la mesiánica Laura no se dejarán pisar. Ya la tienen más calada que a la madrastra de Blancanieves. Se están organizando y quieren darle una lección de fuerza. Lucharán. Alberto Jarabo está muy tocado, pero todavía no es una estatua de sal. Gentes del Consell, de Cort y de diferentes órganos internos está haciendo un buen trabajo y no consentirán que Laura les triture y les convierta en cenizas. Pelearán, se batirán y, sobre todo, pasarán a la ofensiva en el momento más apropiado.
Para ello lo más importante es encontrar a una mujer que les sirva de contrapunto de Laura: sensata, reflexiva no dogmática, abierta y que nunca vaya por la espalda. Estos sectores afirman que «dentro de Podemos hay varias personas, sobre todo mujeres, de estas características, tanto mallorquinas como menorquinas». Y una vez consesuada la aspirante a secretaria general el siguiente paso será hacer una demostración de fuerza en los círculos que convenza a la monja alférez que su pelotón de trotskos no tiene fuerza suficiente para imponerla como lideresa coronada única, omnívora y omnímoda.
Logrado este paso, el siguiente será abogar por «el consenso y la unidad», es decir, que Laura y sus trotskistas acepten formar parte de una candidatura conjunta. Lógicamente habrá puestazo en la nueva dirección para Camargo, pero a cambio de que se comprometa a no conspirar contra la nueva secretaria general desde el minuto cero coma cero.
Así están las cosas. De momento el volcán podemita balear anuncia erupción de órdago en plena canícula veraniega. Queda mucho por sudar en el seno de este partido. Los otros partidos de izquierdas también tiemblan pensando en la lluvia de fuego que les puede caer encima, Todos se están jugando el gran éxito obtenido en las elecciones del 2015. Cuando se acerca Camargo, el ambiente empieza a oler a tierra quemada.